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El proyecto emancipador para la educación frente a la reacción conservadora

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Ponencia de Miguel Manzanera Salavert, profesor de Filosofía, presentada el pasado 21 de diciembre en el Instituto de Historia de La Habana.



Viento Sur, 10 de enero de 2018

Los actuales problemas del sistema educativo en el Estado español constituyen un aspecto más de la crisis cultural, que acompaña al contexto de decadencia social, política y económica en los Estados imperialistas. Los países que han constituido el centro del sistema capitalista mundial en los últimos siglos, se encuentran sumidos en una depresión económica que conlleva la pérdida de la hegemonía política. Las dinámicas económicas del neoliberalismo, fundadas en la privatización de los bienes públicos, están generando un empobrecimiento de los trabajadores y las capas inferiores de la sociedad. En España 13 millones de personas -casi el 28 % de la población- se encuentra en riesgo de pobreza, 2 millones se ven obligadas a recurrir a los bancos de alimentos y 6 millones, a pesar de trabajar, no alcanzan en el cómputo anual ingresos superiores al salario mínimo (Cañada 2017). Esa privatización viene acompañada de mecanismos de corrupción que favorecen el drenaje de la riqueza social hacia los sectores más favorecidos de la población.

La involución conservadora del imperialismo en decadencia


La crisis económica viene acompañada por el auge de movimientos de extrema derecha y de las políticas autoritarias, especialmente remarcables en el tratamiento de la inmigración y las minorías nacionales, en el fomento del belicismo y la violencia para resolver los conflictos internacionales, así como el retorno de la guerra fría entre el bloque atlantista y el bloque asiático. A esta involución histórica se añade un desarrollo cultural basado en el predominio de ideologías reaccionarias en contra de la razón, cuyo objetivo es negar realidades históricas objetivas para postular la superioridad de las particularidades subjetivas. Un claro ejemplo de ello es la invocación de los derechos humanos para justificar la guerra criminal desarrollada en Oriente Medio por la OTAN. Esas tendencias, presentes ya en el posmodernismo desde finales del siglo XX, se han agudizado en los últimos años para postular la posverdad, con una concepción completamente privativa y parcial de la verdad. El desarrollo cultural presente en las sociedades imperialistas tiene consecuencias en el ámbito educativo a través de la privatización y mercantilización de la enseñanza, que es necesario analizar y combatir para sostener una cultura racional fundada en los ideales de la humanización.

Dos modelos alternativos para la educación


La ideología de la libertad que proclama el liberalismo es compatible con la represión violenta de las relaciones sociales: un ejemplo de ello son los golpes de Estado en América Latina, que se suceden desde hace décadas sin interrupción. La explicación es sencilla: libertad para los empresarios y sujeción para los trabajadores; en el capitalismo las empresas y sus propietarios son libres para competir en el mercado, pero en la organización del trabajo dentro de la empresa no hay libertad, los empleados se limitan a obedecer para conservar su puesto de trabajo. Sin embargo, desde el punto de vista de la clase obrera, el nivel de libertad creado por la sociedad puede medirse por el grado de la autonomía personal en el trabajo. El Estado liberal es una democracia representativa, que puede degenerar en dictadura en los momentos de crisis social; en cambio el Estado que garantiza la libertad de los trabajadores es la república democrática. En esa contradicción de clases se asienta la dinámica política de la sociedad contemporánea.

Con grandes tensiones y profundos retrocesos, a través de grandes luchas sociales, podemos afirmar que en términos generales el desarrollo histórico de las sociedades modernas avanza hacia una extensión y profundización de la democracia, estableciendo los mecanismos institucionales que garantizan la emancipación de los trabajadores y la gestión colectiva de las decisiones políticas. La cultura democrática debe promover un proceso de participación, incorporando en el debate a aquellos colectivos y personas que manifiesten su interés en expresar sus propuestas; las líneas de acción colectiva deben poderse establecer a través de la deliberación pública de todos los agentes sociales implicados, y ser elaboradas por las instituciones representativas de los movimientos sociales, asociaciones, sindicatos, partidos, etc. Para que se desarrolle esta democracia avanzada es necesario contar con una ciudadanía bien informada, compuesta por personas críticas y conscientes capaces de evaluar las mejores opciones para todos. En el proceso de formación de ese orden social democrático, la educación juega un papel fundamental.

Por eso se puede afirmar que el modelo político liberal no es el punto final de la historia, pues constituye una democracia representativa con importantes limitaciones para el ejercicio del poder político popular, y está entrando en un proceso de cambio y conflictos sociales en los últimos años. Ante la crisis del liberalismo, el debate educativo se ha agudizado entre los defensores de un modelo participativo en la gestión social, frente al Estado liberal que representa los intereses de la oligarquía y las elites sociales de la oligarquía financiera, y que evoluciona en un sentido cada vez más autoritario. En este debate hay dos modelos de escuela posible con múltiples aspectos diferenciados, los más importantes se señalan a continuación.

El modelo liberal para la educación 
  • La enseñanza es un servicio que puede ser ofertado de forma eficaz por empresas privadas
  • La enseñanza dota de habilidades y capacidades que aseguran el éxito en la competencia dentro del mercado de trabajo.
  • La actividad del profesorado está controlada burocráticamente y se limita al adiestramiento de los alumnos.
  • El éxito de la enseñanza depende del esfuerzo y las habilidades naturales de los individuos.
  • El Estado privilegia un tipo de creencias tradicionales en la sociedad, como es el cristianismo católico en España.
  • El currículum debe ser elaborado por los expertos en materia educativa. 
Modelo republicano de escuela pública 
  • La educación es un derecho universal, cae bajo competencia pública
  • La educación tiene por objetivo formar personalidades autónomas, responsables, conscientes y críticas, para una democracia participativa
  • El currículum debe ser establecido teniendo en cuenta la opinión de todos los agentes de la comunidad educativa.
  • El educador transmite valores y capacidades morales bajo el principio de la libertad de cátedra.
  • El éxito educativo depende de la buena formación del profesorado, de su profesionalidad y conducta ética.
  • El Estado es laico, admite y respeta la pluralidad de valores y creencias de la ciudadanía, realizando el papel de mediador entre ellas. 


En primer lugar, desde la concepción de la educación:

a) La educación entendida como un derecho universal, garantizado por el Estado de manera equitativa para toda la ciudadanía; lleva a defender la escuela pública.

b) La educación entendida como un servicio mercantilizado, que debe ser liberalizado para crear empresas que compiten en el mercado educacional. La libertad de enseñanza se concibe como argumento para liquidar la escuela pública. Supone desarrollar un sistema educativo desigual y empeorar las condiciones laborales y docentes del profesorado, porque prima una menor inversión con un mayor rendimiento.

En segundo lugar, desde la concepción de las relaciones sociales:

a) el modelo democrático de participación ciudadana se funda en la ciudadanía consciente y responsable, fomentando el diálogo y el compromiso a partir del acuerdo colectivo. El alumno desarrolla su autonomía personal y su pensamiento con libertad, conscientemente y de forma crítica.

b) el modelo autoritario impone la disciplina y la obediencia a las decisiones tomadas por los responsables del orden social. La educación crea personalidades dependientes y acríticas, incapaces de ejercer el control democrático sobre los poderes públicos.

En tercer lugar, respecto de los contenidos:

a) el currículum define el camino del conocimiento y forja nuestra identidad; por tanto es una cuestión política y sometida a debate, dependiendo de los intereses distintos y enfrentados de culturas, clases y grupos sociales.

b) el currículum se entiende como una cuestión técnica, elaborada por expertos sin contar con los miembros de la comunidad educativa.

En cuarto lugar, respecto de la acción pedagógica del profesorado:

a) autonomía de los profesores para diseñar su asignatura en función de sus conocimientos y preparación, valorando la madurez y formación de los alumnos para adoptar criterios propios en relación con la cultura.

b) control burocrático de la actividad docente, exigiendo informes detallados de los procesos de enseñanza y evaluando los conocimientos mediante pruebas externas cuantitativas.

En quinto lugar, respecto de los factores que constituyen el éxito escolar:

a) el éxito educativo depende de que el profesorado sepa transmitir un modelo conductual ético y responsable, permitiendo a los alumnos apropiarse de las herramientas conceptuales para aprender por sí mismos y elaborar criterios propios para evaluar la realidad en la que viven.

b) el éxito en los estudios depende del esfuerzo individual en el dominio de las destrezas exigidas, dentro de un proceso competitivo con el resto de los alumnos, medido por las calificaciones escolares.

En sexto lugar, respecto de la relación entre lo privado y lo público:

a) el Estado es laico, respeta la pluralidad de valores presentes en la población, y la política consiste en realizar la función de mediación entre las creencias de los grupos particulares para coordinar la acción colectiva.

b) el Estado privilegia un tipo de creencias sobre otras, bajo la consideración de su importancia tradicional en la sociedad, en el caso español la religión católica.

Foro de Sevilla / Levalet
En España el conflicto entre ambas concepciones de la educación se ha planteado con claridad: de un lado, el partido conservador en el gobierno, y del otro, la sociedad civil agrupada en el Foro de Sevilla (Foro 2015). 

En cada uno de los apartados señalados más arriba, la alternativa a) se refiere a las propuestas pedagógicas de las entidades agrupadas en el Foro de Sevilla en favor de la renovación pedagógica, mientras que la b) representa las características de la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad de la Enseñanza) del gobierno PP (BOE 2016). 

Y si bien la mayoría parlamentaria en las Cortes está en contra de la LOMCE, no hay acuerdo acerca del modelo educativo alternativo. Mientras que el Foro de Sevilla apunta a un modelo de renovación pedagógica bastante radical, los sectores reformistas de la oposición apuestan por un modelo intermedio que no representa una ruptura con las propuestas conservadoras para la educación.



Del déficit democrático a la involución autoritaria


El Estado liberal español, heredero de una cultura históricamente autoritaria e intolerante, tiene limitaciones importantes que impiden la participación efectiva de la ciudadanía en las decisiones políticas que afectan a la mayoría; eso resulta especialmente significativo en el terreno de la educación. La democracia formal ha reducido la participación y la capacidad de decisión sobre la política educativa a las estructuras de los partidos políticos, empobreciendo el debate público y recortando las posibilidades de la sociedad civil para determinar el desarrollo de la educación. El electoralismo sustituye el verdadero ejercicio de la política, como ámbito de la decisión colectiva consensuada sobre el fundamento del diálogo y el compromiso.

Así, a pesar de la descentralización por transferencia de competencias educativas a las Comunidades Autónomas, el modelo escolar depende de la legislación emanada del gobierno central, estando sujeta a los sucesivos cambios que ha sufrido el ordenamiento educativo en las últimas décadas; ha habido siete leyes diferentes desde la instauración de la democracia con la Constitución del 78: LGE (Villar Palasí, ministro franquista -1970-), LOECE (UCD -1980-), LODE (ley orgánica del derecho a la educación, PSOE 1985), LOGSE (PSOE, 1990), LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación PP-2002), LOE (PSOE 2006) LOMCE (Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa PP-2013). Cada gobierno de los partidos mayoritarios que se han turnado en el ejercicio del poder ha querido establecer su propia ley de educación: estando de acuerdo en el modelo de gestión económica neoliberal y en la estructura monárquica del Estado, ambos partidos han querido diferenciarse por su política cultural. Pero ninguna de las leyes anteriores ha hecho los cambios suficientes que requiere un sistema educativo democrático y comprensivo.

Especialmente la LOMCE (Ley orgánica para la mejora de la calidad educativa, 9/12/2013) –también conocida como ley Wert por el nombre del ministro de educación del partido conservador- ha profundizado en la tendencia autoritaria y antidemocrática.

1. La LOMCE es un proyecto de ley impuesto sin debate ni consenso, de espaldas a la comunidad educativa y a los expertos y expertas en el campo de la educación, cuando el PP tenía la mayoría absoluta en las Cortes; éstaha sido deslegitimada en las sucesivas elecciones parlamentarias, pero el PP ha retenido el gobierno de la nación. Ese proyectoestá en proceso de revisión por la enorme controversia que suscitó en la comunidad educativa. Generó una movilización social en contra conocida como ‘marea verde’ por el color escogido por la ciudadanía para identificarse. Se protestaba por el autoritarismo del gobierno, la privatización y la confesionalidad de la reforma educativa, el modelo curricular que elimina las humanidades y las enseñanzas artísticas, la segregación del alumnado, etc.
2. Esa ley ha eliminado las funciones del Consejo Escolar, como órgano de gobierno de la Comunidad Educativa, en el que estaban representados los agentes del proceso de enseñanza –alumnos, profesores, padres, ayuntamientos, personal laboral-, y que gracias a su control del Proyecto Educativo del Centro (PEC) establecía las directrices pedagógicas fundamentales de cada institución educativa. El Consejo Escolar queda relegado a funciones meramente consultivas y no decisorias. Las funciones decisorias pasan a ser competencia de un director o directora, nombrado directamente por la Administración y no de forma democrática por su comunidad educativa. Este modelo rompe con la cultura de colaboración y participación necesarias con las familias y la comunidad educativa.
3. El director del Instituto tiene competencias en la selección del profesorado, lo que introduce la arbitrariedad y el subjetivismo. La actividad del profesorado es controlada burocráticamente por medio de tareas administrativas y detrimento de su autonomía. Además esta ley favorece la privatización y mercantilización de la educación, lo que otorga importantes cuotas de poder a los empresarios privados.

La crisis política de la democracia liberal tiene un factor importante en el descrédito de los partidos políticos de la monarquía –el bipartidismo PP/PSOE-, que se han visto involucrados en procesos de corrupción. La incapacidad del sistema político para resolver las dificultades económicas ha generado la movilización social en los últimos años, que ha sido duramente reprimida por el Estado. En el ámbito educativo el autoritarismo del partido conservador y la incapacidad del PSOE para contrarrestarlo ha dado lugar a una protesta generalizada en el Estado español. Apostando por una legislación desarrollada bajo el consenso democrático, el Foro de Sevilla nació en 2012 para desarrollar el necesario debate entre todos los sectores de la comunidad educativa, con el objetivo de constituir una Ley de Educación consensuada que modele de forma definitiva nuestro sistema educativo. En este Foro participan 24 ONG y asociaciones ciudadanas, además de las asociaciones de padres y madres de estudiantes organizadas como AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos), que se asocian en la CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos), sindicatos de estudiantes y de profesores, y partidos políticos.

Esta movilización ha subrayado la necesidad de un pacto político que haga posible una ley de educación duradera; para ello tiene que darse un consenso básico, que no parece posible en el Estado español: primero, porque en la etapa constitucional han primado los intereses partidistas; y segundo porque en el momento actual el gobierno conservador quiere imponer su punto de vista sobre la sociedad española, consiguiendo sostenerse en medio de la crisis. Mientras el partido conservador tuvo mayoría absoluta, promulgó la LOMCE sin discusión alguna en el año 2013; pero cuando perdió esa mayoría, después de las elecciones de 2016, y bajo la presión de la movilización social, el debate llegó a las Cortes. El 15/11/2016 la mayoría del Congreso aprobó iniciar los trámites para suspender la LOMCE por 208 votos a favor, 133 en contra y dos abstenciones; el Pleno del Congreso tomó en consideración la proposición de ley del PSOE, instando a paralizar los aspectos de la reforma educativa que aún no han tenido aplicación, como es el caso de las evaluaciones externas o reválidas, así como sustituir la reforma educativa del PP por otra ley. Votaron a favor el PSOE, Ciudadanos y Unidos Podemos, así como ERC, el PNV, el Partit Demòcrata Català, Bildu, Compromís y Coalición Canaria, cuyos escaños suman mayoría absoluta. El PP y Foro Asturias en contra. Entonces se estableció una subcomisión parlamentaria que reflexionara sobre el modelo educativo, aunque esta subcomisión todavía no ha dado resultados prácticos.

Manifestación en Gijón


Evolución del conflicto


Las sucesivas leyes de educación han mantenido un sistema intermedio entre ambas opciones de organización escolar, con predominio del modelo liberal. Eso resulta insatisfactorio para los sectores más comprometidos con el modelo republicano de escuela pública –agrupados por el movimiento de renovación pedagógica-. Por ejemplo, según los gobiernos puede variar la cantidad de dinero público con que se financia a las entidades privadas, pero se mantiene el negocio educativo. Se cambia el lugar de la religión en la escuela, pero se siguen contratando profesores de religión católica bajo recomendación del obispado. Las reformas curriculares que se han ido sucediendo, todas superficiales, han acudido a intereses corporativos y disciplinares–diferentes materias de estudio-, sin plantearse en profundidad las características de una enseñanza para la emancipación personal. Etc.

Pero si la indefinición ha caracterizado a los inestables pactos educativos de la democracia liberal, la ruptura de todo consenso por los últimos gobiernos conservadores ha sublevado a la sociedad, de forma especialmente notable en los ámbitos sanitario y educativo. De ese modo la última ley de la enseñanza generó la movilización social en su rechazo. 

Las características más criticadas de la LOMCE son:

1. Carece de base científica pedagógica, no se estudian las causas reales que provocan el fallo del sistema educativo español .

2. Autoritaria:
2.1. Impuesta de espaldas a la comunidad educativa
2.2. Elimina las funciones del Consejo Escolar
2.3. Pérdida de autonomía de los centros y aumento del control burocrático
2.4.nPermite la selección arbitraria del profesorado
3. Privatizadora:
3.1. Defiende una ideología mercantilista: la educación como servicio
3.2. Reduce la financiación de la educación pública
3.3. Apoya la gestión empresarial de la educación mediante la concertación
4. Fomenta la desigualdad y la segregación del alumnado
4.1. Deriva a las personas con dificultades hacia itinerarios secundarios
4.2. Introduce la competencia y la selección entre los estudiantes
4.3. Devalúa la formación profesional
4.4. Admite la concertación para centros con alumnos separados por sexos
5. Supone un ataque a la formación humanística y laica
5.1. Elimina las enseñanzas humanísticas y artísticas
5.2. Introduce pruebas de evaluación externas en cada tramo educativo
5.3. Potencia el adoctrinamiento católico en la escuela.

En marzo de 2017, tras la pérdida de la mayoría absoluta en las Cortes, hubo una huelga de la enseñanza con participación de toda la comunidad educativa. Se pedía derogar cuanto antes la LOMCE calificada como ideológica y elitista, sin esperar a la conclusión de la negociación del pacto educativo en el Congreso. El presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) justificaba la huelga porque el gobierno conservador mantenía la misma política educativa, a pesar de perder varios millones de votos en las elecciones; mientras se organizaba el diálogo para el pacto educativo, el gobierno conservador en minoría aprovechaba la falta de consenso entre las fuerzas opositoras para mantener el proceso de implementación de la ley Wert. Lo único conseguido hasta el momento ha consistido en eliminar las reválidas que esa ley introduce en cada en tramo de la enseñanza –una evaluación externa donde el ministerio de educación evalúa las competencias alcanzadas por los alumnos-.

El 26 de julio de 2017 las Cortes publicaron “Resumen global por temas de las comparecencias de la subcomisión Pacto de Estado Social y Político por la Educación“, donde se recogían las intervenciones de los agentes sociales en las Cortes y se exponía el debate realizado durante el segundo trimestre del año (Foro 2017). Un documento sin efectividad práctica; tanto es así que en septiembre los miembros del Foro de Sevilla denunciaron la nulidad efectiva de esa subcomisión. Según el representante de Podemos: “seis meses después de la huelga, la situación apenas ha cambiado. El PP plantea la subcomisión como una prórroga de la LOMCE”(Castillo 2017b). En efecto, el Pleno del Congreso aprobó prorrogar otros seis meses los trabajos de la subcomisión que negocia el Pacto por la Educación, solicitada por todos los grupos, lo que prolonga la vigencia de la controvertida ley. El partido conservador ha retenido el poder político a pesar de contar con mayorías escasas, imponiendo su punto de vista en la mayoría de los asuntos, gracias al apoyo de la UE y las instituciones no democráticas del Estado, como la monarquía, los tribunales y los cuerpos de seguridad.

Esta situación ha derivado en que los grupos de la oposición se planteen acuerdos para modificar puntos concretos de la LOMCE. Entre los puntos más necesarios para modificar están: los conciertos educativos como forma de privatización de la enseñanza –la educación concertada es proporcionada por entidades privadas subvencionadas con dinero público-, la obligatoriedad de la asignatura de religión y su validez significativa para el currículum, y la segregación de los niños en fases tempranas de aprendizaje creando líneas educativas diferenciadas.

La privatización de la educación


La LOMCE promueve la privatización de la enseñanza, como una forma de establecer jerarquías y elites sociales en consonancia con la reciente evolución de la sociedad occidental hacia un modelo competitivo y autoritario –puesto que no hay democracia dentro de la empresa privada que compite en el mercado-. Esa privatización toma la forma de centros de enseñanza concertados: el Estado subvenciona centros privados con fondos públicos, para que ejerzan una labor educativa complementaria a la escuela pública, bajo la argumentación de proteger la libertad de enseñanza y el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones personales. Podemos establecer dos aspectos de esa privatización: la mercantilización de la enseñanza y los recortes en el gasto público educativo.

1. Se entiende la mercantilización de la educación como la transformación de este derecho universal en un servicio, satisfecho por las empresas privadas a cambio de un valor monetario establecido por el mercado.
Hace ya más de una década, en el cambio de siglo, se dieron a conocer los proyectos privatizadores de la enseñanza por parte del capitalismo internacional: se calculaba que la educación constituía, para las empresas del conjunto de los países de la OCDE, un negocio potencial con valor equivalente al mercado mundial de automóviles. La privatización y comercialización de la educación se presentaba como uno de los objetivos de las grandes empresas multinacionales secundadas por organismos supranacionales como la Organización Mundial del Comercio y el Banco Mundial.

En aquellas fechas se estableció el AGCS (Acuerdo General para el Comercio de Servicios), cuya finalidad consistía en “establecer un marco normativo internacional para el comercio de servicios, contribuyendo así a su expansión progresiva”. Se quería liberalizar los mercados, esto es, facilitar desde el punto de vista legal la eliminación de todo tipo de barreras, haciendo posible la mercantilización de los servicios, de forma que las empresas transnacionales se apoderen del sector terciario de la economía en constante crecimiento (los servicios representan en torno al 50 % del PIB mundial).En la reunión de la OMC celebrada en Hong Kong en diciembre de 2005, se adoptó una Declaración Ministerial en la que se recomienda a los países que aún no lo han hecho, la apertura de sus mercados, es decir, el compromiso de liberalización de sectores como la educación (Quirós 2004).

Sin embargo en 2006 se produjo el fracaso de la ronda Doha, que como señalaron diversos observadores resultó en beneficio para los pobres, paralizando esos procesos privatizadores. Pero ese fracaso no terminó con la lucha política de los grandes capitales por modificar la legislación en su beneficio. Desde entonces se han intentado concertar varios tratados internacionales que dan ventaja a las empresas, como el ALCA en América –también fracasado-, y el TTIP-CETA en Europa –que todavía no han sido aprobados a pesar de las enormes presiones ejercidas-. Se quiere subordinar así la acción política del Estado a los intereses y beneficios de las empresas privadas. Con ellos la sociedad pierde la capacidad para controlar y planificar los procesos educativos.

Ante el fracaso de esos tratados internacionales, la educación sigue bajo la custodia de los Estados nacionales, aunque en Europa esa soberanía está subordinada a los tratados comunitarios que escapan a los mecanismos democráticos de supervisión política. Así los Consejos de Ministros Europeos en Lisboa (2000) y Barcelona (2002), tomaron decisiones en materia educativa a espaldas de la ciudadanía y sin ningún control democrático. En la Declaración de Bolonia de 1999 se puso en marcha el Espacio Europeo de Educación Superior, con la reforma de los estudios universitarios que abrió las puertas a su privatización: proliferación de universidades privadas y reducción del ciclo de formación superior a cargo del Estado, creando un ciclo suplementario de estudios –másters de especialización- pagados por el alumno y en buena parte privatizados.

La justificación de esos procesos de privatización tiene un doble aspecto:

a) se basa en los derechos de la familia a proteger sus particularidades ideológicas: el Tratado Constitucional Europeo reconoce el derecho de los padres a asegurar la educación y enseñanza de sus hijos conforme a sus convicciones religiosas, filosóficas y pedagógicas, escogiendo el centro de enseñanza que consideren oportuno, lo que es una puerta abierta a la enseñanza privada.

De ese modo se erosiona la posibilidad de construir el Estado laico, a partir de una cultura ciudadana fundada en el bien común y la participación en las decisiones colectivas. O bien las agrupaciones confesionales son consideradas como grupos de presión en la negociación social para la decisión política, o bien la regulación social queda al albur del mercado y el beneficio empresarial. En el primer caso, no se puede negar el derecho a tener las propias creencias y a compartirlas en la privacidad, pero no es admisible que lo privado interfiera en la cultura colectiva, destruyendo la esfera pública; esa dinámica lleva a la generalización de los conflictos que podemos observar en las sociedades posmodernas. En el segundo, la privatización de la educación pública se corresponde con la negación de la racionalidad, entendida como diálogo y consenso público entre sujetos sociales con perspectivas diferentes, pero complementarias. En ambos casos, se destruye la racionalidad moderna fundada en el laicismo y el diálogo.

b) afirma la eficacia de los centros privados para la profesionalización competitiva; la ideología que defiende este tipo de enseñanza se basa en la teoría del capital humano: la especialización y cualificación del trabajo es el rasgo que determina la productividad de los trabajadores y, consecuentemente, su remuneración y posicionamiento en el mercado de trabajo; se produce así la estratificación y desigualdad que caracterizan a la así llamada sociedad del conocimiento.

Pero los hechos desmienten esa supuesta teoría sociológica. La hipotética relación entre la enseñanza privada y la preparación profesional es falsa. Si por un lado la calidad de la enseñanza no mejora con la privatización, por otro el negocio educativo no fabrica mejores profesionales. Ni forma mejores personas, ni proporciona más amplios conocimientos. La educación no se reduce a enseñanza, el aprendizaje de técnicas manuales o intelectuales, sino que contiene una imprescindible labor de formación personal y desarrollo de la conciencia. Por eso, incluso en las cuestiones técnicas y en la especialización profesional resulta inferior, pues el ser humano es algo más que una máquina. Más importante que aprender, es aprender a aprender, esto es, tener instrumentos intelectuales que permiten a las personas desarrollar autónomamente los propios conocimientos.

Por otro lado, esa enseñanza valorativamente neutra –cuyo principal y más decisivo valor es el monetario- produce la homogeneización cultural dentro del pensamiento único, dirigido por la competencia económica en el mercado hacia el mayor beneficio entendido como racionalidad. Lejos de crear una sociedad diversificada por sus creencias privadas, la privatización de lo público crea personalidades unidimensionales: el único valor que todo individuo reconoce como auténtico es el dinero, que sirve como medio para realizar la cooperación social a través de los intercambios en el mercado. A menos que adopten formas de desarrollo alternativas, los países del sur europeo-menos desarrollados en forma capitalista y, por tanto, menos competitivos en términos mercantiles, pero ideológicamente subordinados al centro imperialista del sistema- sufren especialmente este problema.

Sistemas de evaluación meramente cuantitativos miden destrezas de los alumnos, pero no toman en cuenta otros factores educativos y desarrollos personales. Por ejemplo, la formación en valores, la socialización y sociabilidad, el sentido de la justicia, la inteligencia emocional, son aspectos de la personalidad que inciden en la realización personal, pero no pueden ser adecuadamente evaluados por los test de aprendizaje, diseñados por las instituciones oficiales al servicio del proyecto neoliberal. Sobre la base de esas evaluaciones sesgadas por los intereses de la productividad capitalista se crea la competencia entre centros dentro del mercado educativo. Pero incluso desde este tipo de evaluaciones –como es el Informe PISA-, el sistema educativo español no ha mejorado sus resultados en los últimos 15 años (Pisa 2015).

2. Recortes de la LOMCE: reducción del gasto público en educación

Las huelgas de la enseñanza se han sucedido en los últimos años contra la LOMCE por su ideología, pero también por la reducción del gasto público en educación. Parece evidente que una educación de alta calidad necesita una financiación sostenible, sin embargo, esta ley no lleva ninguna memoria económica, sino que lo que hace es ajustar los términos legales del presupuesto educativo a una disminución de casi un punto del PIB en materia educativa. El gasto educativo español es inferior a la media de los 35 países que integran la OCDE en todas las etapas, desde la educación infantil a la Universidad.

Las medidas que acompañan el proyecto de Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa LOMCE) se concretan en recortes de la inversión pública en educación desde que el PP ha empezado a gobernar; este partido adoptó un compromiso con la UE de recortar más de 15 000 millones de euros hasta 2015 del gasto público educativo –que se sitúa en el 4 % del PIB-, retrotrayéndonos a cifras superadas hace 25 años y situándonos a la cola de la OCDE y la UE –media del 5,6 % del PIB y 9 % en Finlandia y Dinamarca. Lo que se ha traducido en una reducción de las plantillas de profesorado –afectando especialmente a los profesores interinos- y un aumento de la ratio de alumnos por aula. Recortar en educación significa que miles de menores y jóvenes recibirán una educación de peor calidad y tendrán más dificultad para permanecer más tiempo en el sistema educativo, generando una sociedad más desigual (Díez Gutiérrez 2013).

La Marea Verde –movilización ciudadana en contra de la política conservadora en educación- señalaba los propósitos ideológicos de la LOMCE, que incluían impulsar los procesos de privatización de la educación. En efecto, esta ley aumenta los conciertos educativos, un modelo de escuela privada subvencionada por el Estado. En Alemania, el porcentaje de alumnos matriculados en la escuela pública es del 92 %. En Francia, del 87 %. En el Reino Unido, del 95 %. En Noruega, del 97 %. En Grecia, del 93 %. En Italia, el 94,5 %. Irlanda, Letonia, Lituania, Rumanía y Croacia superan el 98 %. En una Europa con gran diversidad de sistemas educativos, un punto en común en todos ellos es el peso residual de la escuela privada. España, en cambio, se queda en el 68 %. Está 22 puntos por encima de la media europea en alumnos matriculados en escuelas concertadas. Solo Malta y Bélgica la superan (Castillo 2017a).

Lo que se conoce como enseñanza concertada son los centros privados sostenidos con fondos públicos. El mecanismo para fomentar la enseñanza privada incluye el deterioro de la pública, de forma que esta pierde alumnos pues los padres prefieren matricular a sus hijos en la privada. Esto se aprecia especialmente en la Comunidad de Madrid, donde después de gobernar varias décadas, el PP ha dejado porcentajes del 50 % para la enseñanza privada. En algunas zonas como Vallecas –un barrio obrero de tradición progresista-, hay más alumnos en la enseñanza privada que en la pública.

Déficit de valores: la ideología como una cuestión privada: la conciencia religiosa frente a la conciencia de clase


La ideología privatizadora se funda en un concepto privativo de la libertad, que se desentiende de los condicionamientos sociales que forman la personalidad y constituyen el fundamento de su acción personal. El individuo perdido en la masa ha roto sus lazos vitales con la comunidad, ignora su capacidad de desarrollarse como persona a través de un proyecto de cooperación social. La libertad se realiza, entonces, como libertad de elegir y consumir entre productos alternativos en el mercado, entre marcas o empresas, tanto como entre ideologías y creencias puramente subjetivas.

En esa sociedad capitalista, el mercado es el lugar donde se realiza la cooperación social entre individuos egoístas. Pero su egoísmo es el fundamento mismo de su esclavitud, puesto que necesitan vender sus capacidades y habilidades en el mercado de trabajo para poder satisfacerlo. Esos individuos se dejan llevar por impulsos inconscientes estimulados por la propaganda consumista, se encuentran subordinados a los intereses ajenos sin tener conciencia de ello, –enajenados o alienados en las masas anónimas de las metrópolis capitalistas-. Son unidimensionales: átomos carentes de entidad personal, sometidos a las fuerzas impersonales del mercado. La enseñanza privatizada, que promueven los gobiernos liberales, tiene por objetivo producir ese tipo de personalidades unidimensionales.

Preparación profesional contra educación en valores


La enseñanza de habilidades y capacidades tecnológicas tiene por objetivo mejorar la cualificación de los trabajadores, lo que aumenta la productividad de su trabajo, permitiéndoles acceder a mejores condiciones laborales y retribuciones. Ese adiestramiento se convierte en valor económico a través de la competencia por el puesto de trabajo; se opone así a la formación del carácter moral por una educación emancipadora que proporciona a la persona criterios y valores conscientes. La enseñanza en las modernas sociedades capitalistas no se entiende como el fundamento del desarrollo personal, sino como un instrumento para aumentar la productividad del trabajo y la competitividad de la economía (junto con otros elementos como la privatización de las pensiones, la flexibilidad laboral, el retraso en la jubilación, etc.).

Los fallos de ese tipo de educación se han mostrado de forma desastrosa en estos años de crisis. La falta de puestos de trabajo para las cualificaciones alcanzadas por los estudiantes ha tenido dos consecuencias notables: a) ha generado una fuerte emigración de los jóvenes hacia aquellos países que resistieron mejor la crisis; b) muchos jóvenes han aceptado trabajos muy inferiores a su cualificación profesional, con remuneraciones inferiores a las previstas. La precariedad laboral y los contratos basura han golpeado fuertemente a la clase trabajadora, especialmente entre los jóvenes; éstos, en su protesta que nació el 15M del 2010, adoptaron el lema de juventud sin futuro.

Y no se debe olvidar que el actual desarrollo tecnológico es responsable de la crisis ambiental, que está destruyendo la biosfera terrestre; las décadas del desarrollo tecnológico de la inteligencia artificial, la computación y la automatización de las fábricas, las redes telemáticas y el acceso a la información, han sido también los años en los que se he generado una crisis ambiental espantosa que compromete gravemente el futuro de las jóvenes generaciones.

La necesidad de una renovación pedagógica se hace cada vez más evidente; urge hacer transformaciones hacia un modelo educativo más integral, crítico y comprometido con el mundo en que vivimos. Sin embargo, en el Estado español esa renovación pedagógica se ha hecho cada vez más difícil desde hace años en el ámbito de la escuela pública. El sistema evoluciona en sentido contrario, incrementándose la intensidad con que se aplican las medidas liberales en educación; para los gobiernos conservadores el problema de la educación, como el de la economía mixta, no es la falta de racionalidad del mercado como instrumento para organizar la cooperación social, sino los obstáculos para la libre competencia representados por la existencia de intervenciones estatales en la economía. Pero incluso la cooperación social no estatal, basada en el altruismo y la benevolencia, son considerados negativamente por esa ideología de la competencia darwinista.

Desde algunos agentes de la comunidad educativa –como los sindicatos de profesores y la CEAPA- se han aducido razones económicas para explicar estas dificultades, pues resulta el dato más obvio y fácil de establecer. Y no les falta razón si observamos los datos económicos ya expuestos: la reducción sistemática de recursos económicos, conlleva la disminución del profesorado, el aumento de ratios y la inestabilidad de los equipos docentes. Pero se deben añadir otros factores menos fáciles de cuantificar, como la falta de autonomía en los centros públicos y la cultura mercantilista e individualista del capitalismo liberal. Tampoco ayuda el modelo educativo puramente academicista y selectivo, cargado de burocracia y de currículos inabarcables y farragosos, que imponen las leyes de educación. La imposición de pruebas estandarizadas y seleccionadoras dificultan enormemente otras formas de educar, que no sean las que impone el adiestramiento para su superación. Finalmente, la rutina, la dictadura del libro de texto, el aislamiento que conlleva la falta de tiempo para coordinarse, planificar y compartir experiencias entre los docentes, el miedo al cambio y la falta de una sólida formación, también forman parte de los obstáculos que hacen difícil la extensión de proyectos y prácticas innovadoras.

La transformación profunda de la escuela debe servir para crear una cultura radicalmente diferente, que supere el sistema capitalista profundamente corrompido. La educación es un factor esencial para la emancipación humana en la autorrealización individual y colectiva, y el desarrollo pleno de las personas; el marco de esa emancipación es una sociedad fundada en compartir la experiencia vital, construyendo equidad y justicia social. Parece difícil que la renovación de la enseñanza pueda realizarse en el marco de una sociedad de masas regida por los criterios mercantiles: la reforma educativa requiere un cambio en las orientaciones fundamentales de la sociedad.

La crítica de la tecnología fundada en los valores humanos debe partir de la constatación de su ambivalencia y su carácter de instrumento para fines sociales. La técnica no es un destino de la humanidad, como lo plantea la ideología del capitalismo liberal, sino el medio racional para construir un mundo verdaderamente humano, transformando la naturaleza con el trabajo colectivo. El destino humano depende de que sepamos hacer efectivos los valores racionales de la humanidad, subordinando la tecnología a la realización social de las personas. La ciencia no es neutral, pues depende de los valores sociales que inspiran sus formulaciones; y esto es especialmente cierto en el terreno de las ciencias sociales como la pedagogía. Pero los descubrimientos tecno-científicos pueden ser utilizados de formas diversas, y hemos de aprender a utilizarlos de forma emancipadora a través de la formación de personalidades críticas y autónomas que se realizan dentro del compromiso social.

Enseñanza confesional


La planificación educativa consigue introducir la confesionalidad del sistema de enseñanza español a través de dos vías: primero, la concertación; y segundo, la asignatura de religión. La concertación es la concesión de licencias para la enseñanza a empresas privadas, a cambio de subvenciones públicas. En España el 80 % de las escuelas concertadas son religiosas y esto supone una importante cantidad de dinero público para la Iglesia.

Además, la LOMCE establece quela asignatura de religión es evaluable en primaria y secundaria, y cuenta para la nota media del alumno. Por tanto, influye en la concesión de becas y ayudas basadas en el rendimiento académico. Es de remarcar que los profesores de religión son seleccionados por el obispado, lo que supone una imposición de una entidad privada sobre la escuela pública. Esos profesores suelen calificar muy alto a sus alumnos, y además ofertan viajes a Roma para hacer atractiva su asignatura. Así tenemos que, después de varias décadas de política de infiltración en la escuela, la Iglesia ha conseguido que numerosos alumnos cursen la asignatura de religión, y son escasos los alumnos que siguen los itinerarios alternativos.

El peligro de esa enseñanza es la inculcación de ideas que están contra el sentido laico de la sociedad moderna. En muchos religiosos esas ideas están en contra de los derechos humanos; de modo que se puede defender una ideología racista, machista y patriarcal, desde una tribuna legítima como es la de la escuela pública. Por poner algunos ejemplos, el arzobispo de Granada afirmaba que el aborto favorece el maltrato a las mujeres, o que las mujeres tienen que leer el libro Cásate y sé sumisa; el arzobispo de Valencia, preguntaba si esa invasión de refugiados es todo trigo limpio, y afirmaba que hay que luchar contra el imperio gay…

El fundamento legal de esa situación reside en las ambigüedades de la Constitución española, que en su artículo 27 afirma el derecho a la educación religiosa y moral y a la libertad educativa. La interpretación liberal de ese artículo ha derivado en la creación de una doble red, privada y pública, que constituye un factor de desigualdad por la selección del alumnado que introduce en el alumnado, además de irracionalidad y conservadurismo.

El fracaso escolar en España


El modelo liberal de la enseñanza en España, basado en el pacto entre un partido conservador y otro progresista, ha fracasado a raíz de la crisis económica, porque ésta ha traído una involución autoritaria, de modo que los conservadores han conseguido imponer su concepción de la educación, igual que en otros aspectos de la cultura y la sociedad. Pero la inviabilidad del modelo venía ya anunciada por los altos índices de fracaso escolar y la baja calidad de la enseñanza, según los índices elaborados por esa misma concepción de la enseñanza. Esa circunstancia ha sido aprovechada por el partido conservador para justificar sus políticas educativas.

Los Informes PISA, que miden la calidad de la enseñanza desde los criterios cuantitativos que venimos criticando, muestran que los resultados de los alumnos españoles no han mejorado en las últimas décadas; los resultados del último informe muestran notas casi inalterables durante las seis ediciones celebradas desde al año 2000. De modo que el modelo liberal de la enseñanza no solo resulta un fracaso desde el punto de vista de la educación en valores; lo es también en sus propios términos, incapaz de mejorar las habilidades cognitivas de los alumnos, medidas por los test cuantitativos del aprendizaje.

Los datos del fracaso escolar

El Informe sobre el fracaso escolar en el año 2003 de Álvaro Marchesi, Exsecretario de Estado para la Educación, sigue teniendo vigencia después de década y media y voy a utilizarlo como referencia, dado que los índices de la educación apenas han mejorado en los últimos años según nos muestran los Informes PISA.

Hoy la necesidad de mayor nivel de formación de la población se corresponde con unos datos de mayor porcentaje de alumnos estudiando: en 1945, el 80 % de los alumnos de 14 años en Europa occidental dejaban la escuela para trabajar, mientras que en el año 2000, el 80 % de los jóvenes de 17 años se mantienen estudiando (Marchesi 2003, 11). El problema, por tanto, está en que la sociedad es más exigente, los conocimientos que se necesitan son mayores y las habilidades requeridas para el trabajo son habitualmente de nivel superior. La consecuencia de este planteamiento es clara: alumnos que no fracasaban en el año 1975 podrían ser fracasados escolares en 2002. La dificultad en cada momento histórico se sitúa en establecer los conocimientos básicos que se requieren para integrarse en la sociedad. La educación en España sigue los patrones europeos con un cierto retraso: durante los años 80 la exigencia mínima era el título de EGB que se obtenía a los 14 años. Al final de la década de los años 90 se empieza a exigir que los alumnos hayan cursado, al menos, diez años de educación obligatoria. Hoy los jóvenes prolongan sus estudios, entre otras cosas porque las ofertas de trabajo son escasas y en malas condiciones laborales.

Según los Informes PISA los estudiantes españoles, junto con los portugueses, alcanzan los peores resultados en las pruebas que miden las capacidades desarrolladas –en el último Informe, los alumnos portugueses superaban a los españoles-. Por ejemplo, las calificaciones obtenidas por los alumnos españoles de quince años en comprensión lectora son inferiores a los de la media de la OCDE. Es también significativo el alto índice de abandono escolar. El porcentaje de la población que alcanzaba los objetivos de la enseñanza obligatoria o equivalente en el año 1999 es del 76,4 %, y el fracaso escolar pasó del 37 % al 23,6 %, en diez años de la década de los 90, lo que supone una reducción del 13,4 %. Sin embargo, según el Eurostat de 2013, que elabora estadísticas sobre diversos aspectos de las sociedades europeas, el sistema educativo español mantenía altas tasas de abandono escolar catorce años después, incrementándose incluso en más de un punto: 24,9 %, 28,8 % alumnos y 20,8 % alumnas-.

En tercer lugar, el fracaso escolar debe medirse también por la repetición de cursos. El porcentaje de estudiantes repetidores es demasiado alto en España, que es el noveno país con más repetidores de los 72 analizados en el informe PISA: el 31 % de los estudiantes de 15 años aseguró haber repetido algún curso, frente a la media europea de 11 %. Los resultados del Informe PISA muestran que eso no solo es ineficaz, sino que desmotiva a los estudiantes y es costoso para el sistema

El mantenimiento de altas tasas de fracaso escolar provoca graves consecuencias en los alumnos y en la sociedad. Los jóvenes que abandonan prematuramente el sistema educativo, o que no alcanzan la cualificación mínima necesaria tienen una escasa confianza en sus posibilidades y una baja motivación para incorporarse a programas de formación. La probabilidad de encontrar un trabajo, su estabilidad en el mismo y su retribución económica es menor que en los casos de mayor nivel educativo. Pero tal vez lo más grave sea su dificultad de adaptarse a las crecientes exigencias laborales, por lo que el riesgo de marginación económica y social se incrementa. El problema del fracaso escolar no es solo un problema educativo, es también un problema con enormes repercusiones individuales y sociales.

Causas del fracaso escolar

Las leyes educativas de los gobiernos conservadores –como la LOCE de 2002y la LOMCE de 2013- han insistido una y otra vez en la importancia del esfuerzo de los alumnos como factor principal de su éxito o fracaso escolar. Otras perspectivas más científicas y menos ideológicas, por el contrario, han puesto el énfasis principal en los factores sociales y culturales. El hecho de que las zonas socialmente desfavorecidas tengan un porcentaje superior de fracaso refuerza esta posición. Por tanto, el modelo que debe proponerse para comprender el fracaso escolar debe incorporar estos factores para ofrecer una visión amplia e integradora.

Una teoría comprensiva del problema abarca seis niveles estrechamente relacionados: sociedad, familia, sistema educativo, centro docente, enseñanza en el aula y disposición de los alumnos. El referido informe de Marchesi estudia esos niveles teniendo en cuenta indicadores específicos que se consideran relevantes: contexto económico y social, dedicación y expectativas de las familias, gasto público en educación, tiempo de enseñanza, organización y funcionamiento de los centros docentes, estilo de enseñanza de los profesores e interés de los alumnos.

Hay tres aspectos del fracaso escolar: a) alumnos que no alcanzan los conocimientos mínimos exigidos; b) los alumnos que abandonan la escuela obligatoria sin alcanzar la titulación correspondiente; c) las consecuencias laborales y sociales en la edad adulta. Estos tres aspectos pueden reducirse a uno: se debe entender el fracaso escolar como la ruptura de la persona con los procesos de desarrollo cultural y tecnológico de la sociedad en la que vive (Marchesi 2003, 7-8). La formación personal es una tarea permanente de la vida humana; pero especialmente en nuestras sociedades, basadas en el conocimiento y la cualificación del trabajo, es una necesidad por la velocidad de los cambios tecnológicos que se están produciendo. Por eso el fracaso escolar se convierte en un proceso de ruptura con el entorno social, produciendo marginación y conflictos personales. Eso significa también que el fracaso escolar tiene dos aspectos: la incapacidad para adquirir habilidades intelectuales y manuales, tanto como el fracaso en las relaciones socio-afectivas.

El modelo pedagógico conservador se desentiende del fracaso escolar porque al mismo tiempo que se crean empleos que requieren una alta cualificación del trabajo, se crean otros innumerables que se pueden realizar sin cualificación y que no requieren formación. Estimula la formación de los mejor dotados para que realicen los trabajos más productivos, mientras margina a la mayoría hacia empleos precarizados y rutinarios. Sería esta la vía conservadora para resolver un agudo problema presente en la actual sociedad desarrollada: la existencia de personal cualificado que no encuentra empleos para desempeñar sus conocimientos y deben aceptar trabajos sin cualificar, o bien emigrar a otros países empobreciendo a la propia sociedad. Para afrontar el fracaso escolar es necesario tener en cuenta la evolución de las sociedades contemporáneas, tanto por el entorno tecnológico que construyen, como por las relaciones sociales de producción que establecen.

Del estudio de Marchesi pueden subrayarse los siguientes resultados:

0. El entorno social influye en el rendimiento de las clases más bajas de la sociedad: más del 70% de los alumnos de Garantía Social provienen de los estratos inferiores de la sociedad.

1. El nivel educativo de los padres influye en el rendimiento académico de los hijos.

2. España tiene un bajo porcentaje de alumnos que continúan la educación posobligatoria.

3. El funcionamiento del sistema educativo tiene responsabilidad importante en el fracaso escolar.

4. El gasto por alumno explicaría el 17% de las puntuaciones de los alumnos; el gasto público es una condición necesaria pero no suficiente.

5. El tiempo efectivo de instrucción está estrechamente relacionado con el aprendizaje de los alumnos. El número total de horas dedicado a las matemáticas y las ciencias es inferior en la educación española a la media de la OCDE, si bien los alumnos españoles dedican más tiempo que la media al estudio fuera de la escuela.

6. La tradición educativa española es muy centralista y homogeneizadora, falta autonomía en los centros, lo que produce una cierta rigidez en el funcionamiento de los mismos y la falta de flexibilidad para adaptarse a contextos cambiantes.

7. La formación del profesorado es deficitaria, y no acompaña el desarrollo de la sociedad.

Un modelo alternativo: Foro de Sevilla


Como se ha señalado más arriba, las evaluaciones de distintos organismos internacionales, como la OCDE y la Comisión Europea, muestran que el sistema educativo español genera altas cifras de fracaso escolar. Pero en lugar de responder a esos problemas de manera justa y científica, el gobierno conservador ha implementado un modelo escolar competitivo y segregador, al servicio de la economía de mercado. Ese modelo agravará el problema del abandono escolar, puesto que su objetivo es crear capas diferenciadas entre trabajadores de una sociedad clasista. La comunidad educativa se ha levantado contra esa ley, generando una movilización social de envergadura, que se apoya en un modelo alternativo para la educación. La reforma educativa es una necesidad urgente para la sociedad española; sin embargo, ésta se encuentra bloqueada de momento, al permanecer bajo la hegemonía conservadora. De ahí que esa movilización persistente de la comunidad educativa todavía no haya dado resultados. Mientras que la actitud del Estado se concentra en la legislación y las normas,esa renovación pedagógica tendría que apoyarse en las aspiraciones del profesorado para mejorar la calidad de la enseñanza y la participación de todos los agentes de la educación. La mejora del sistema educativo dependerá de la capacidad de los enseñantes para actuar consistentemente en función de las necesidades escolares, asumiendo un programa pedagógico científicamente fundamentado.

Con el objetivo de elaborar ese proyecto alternativo a través de un proceso de democracia participativa, se constituyó el Foro de Sevilla con más de 30 organizaciones de la sociedad civil no empresarial (Anexo 1). Apoyándose en los debates internacionales realizados en las últimas décadas –el Foro Social Mundial y su Carta de Porto Alegre de 2001 y 2003, la Declaración de Quebec de 2001, la Declaración de São Paulo de 2004 y la Declaración del IV Congreso de la Internacional de la Educación de 2004-, el Foro de Sevilla demanda una educación integral y democrática desde sus primeras reuniones en abril de 2015, Encuentro social de debate. Por una nueva ley educativa. Las conclusiones de este encuentro afirmaban los principios de igualdad, participación democrática, laicidad, coeducación, sostenibilidad, cooperación y demás valores democráticos de la educación (Foro 2015). Un año después esas propuestas fueron discutidas en el Congreso de los Diputados

Esta toma de posición inicial se ha ido desarrollando a través del debate colectivo en una serie de documentos que exponen su concepción de la educación. En diciembre de 2016 se presentó el Documento de Bases para una nueva Ley de Educación. Acuerdo social y político educativo del Foro de Sevilla, donde se afirmaban los principios para una educación democrática:

La educación que queremos se basa en el principio básico del derecho a la educación desde el nacimiento y a lo largo de toda la vida, así como en los principios de igualdad, laicidad, diversidad, inclusión, sostenibilidad, autonomía, convivencia, participación democrática, solidaridad, antiautoritarismo y coeducación. Que desarrolle un aprendizaje cooperativo que sea participativo, colaborativo y nunca competitivo, implicando en su consecución a toda la comunidad educativa.

Las funciones de la educación comprenden el desarrollo intelectual, la formación para la ciudadanía, el desarrollo emocional para el bienestar personal y colectivo, y la formación general y específica para desarrollar tareas productivas útiles y sostenibles. Elementos indispensables para alcanzar esas funciones son la educación democrática, la eliminación del patriarcado, la defensa del medio ambiente, el desarrollo de la sensibilidad estética y la atención personalizada fundada en el respeto hacia las particularidades de cada cual. Este Documento señala, además, que la legislación en materia educativa debe fundamentarse en los pactos internacionales sobre las bases jurídicas de la sociedad moderna, estos es, la Declaración universal de los derechos humanos, la de los Derechos de la Tierra y la de los Derechos de la infancia. Garantizar esos derechos de forma universal es competencia de los poderes públicos, que deben aportar los recursos necesarios para hacerlos realidad, favoreciendo la autonomía y la capacidad crítica de las personas, y sin pretender adoctrinarlas.

A lo largo del año 2017 la comunidad educativa participante en el Foro se ha reunido con los partidos políticos en las Cortes, para gestionar el cambio legislativo, sin lograr sus propósitos de paralizar la LOMCE a pesar de que los conservadores han perdido la mayoría parlamentaria.





Bibliografía



BOE (2016) 




Díez Gutiérrez, Enrique (2013): 14 razones para retirar la reforma educativa.

FORO de Sevilla (2015) Por otra política educativa


Marchesi, Álvaro (2003) El fracaso escolar en España

PISA (2015) Resultados clave

Quirós, Beatriz (2004) Comercialización de la educación. África, América Latina. Cuadernos, 45.




Anexo 


Organizaciones participantes del Foro de Sevilla

Amesti Educació (Associació de Mestres Grup de Treball per la Infancia), Asamblea Marea Verde Madrid, Colectivo Infancia, Foro de Sevilla, Europa Laica, Junta de Portavoces de Educación Infantil, Mareas por la educación pública, Ciudadan@s en defensa de la Escuela Pública, Proyecto Roma, Plataforma Crida de las Illes Balears (madres, padres, estudiantes y profesorado), Círculo Podem Educació Catalunya, Asociación IncluyE y Stop Ley Wert/La educación que nos une, conformada por los colectivos y plataformas: %ATTAC España, OXFAM Intermón, Confederación Estatal de Movimientos de Renovación Pedagógica, Plataforma en Defensa de la Educación Infantil 0-6, Ecologistas en Acción, Foro Mundial de Educación, Juventud Sin Futuro, Red IRES, Rosa Sensat, Yo Estudié en la Pública.

Sindicatos de Estudiantes Sindicato de estudiantes, Federación de estudiantes progresistas del Estado y Colectivo Estudiantil Salmantino.

Asociaciones de Madres y Padres Confederación Española de Padres y Madres del Alumnado.

Organizaciones Sindicales Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras, Confederación Stes-intersindical y CGT Confederal

Partidos Políticos Partido Socialista Obrero Español, Izquierda Unida, Podemos y Esquerra Republicana


































































































































































































































































































Pacto educativo_¿Para cuándo la denuncia de los Acuerdos con el Vaticano?

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A partir del artículo “Políticas de laicidad: políticas de igualdad”, publicado en el diario Público el pasado 11 de enero y firmado por María José Fariñas, (miembro del Grupo de Pensamiento Laico, integrado por Nazanín Armanian, Enrique J. Díez Gutiérrez, María José Fariñas Dulce, Pedro López López, Rosa Regás Pagés, Javier Sádaba Garay y Waleed Saleh Alkhalifa), Fermín Rodríguez Castro, coordinador del Área de Educación de Europa Laica publicaba el 19 de enero, también en el diario Público, un artículo en el que reivindicaba la "obligación inexcusable de los grupos parlamentarios comprometidos en la defensa de la Escuela Pública y Laica, de plantear ya, tanto en la Subcomisión de Educación como en el pleno del Congreso, la denuncia y derogación de los Acuerdos con la Santa Sede y con otras confesiones religiosas". 


Acuerdos con el Vaticano: ¿Para cuándo su denuncia?
Fermín Rodríguez Castro


En un artículo de María José Fariñas, “Políticas de laicidad: políticas de igualdad”, recogido del diario Público en laicismo.org el pasado 12 de enero, tras una defensa -plenamente compartida- de la laicidad como principio democrático y básico para el desarrollo de políticas de igualdad e inclusión social, se concluía:

“Una vez aprobada la reforma de la actual LOLR y elaborado un Estatuto de la Laicidad, pero sólo entonces, sería el momento de plantear la revisión o la supresión definitiva de los Acuerdos con las diferentes confesiones religiosas, especialmente los Acuerdos con la Santa Sede que suponían privilegiar a la Iglesia Católica sobre las restantes confesiones religiosas, lo cual atentaba y atenta al principio constitucional de igualdad (artículo 14 de la CE)… seria ya innecesaria la existencia de acuerdos unilaterales del Estado con cada una de las confesiones religiosas como los hasta ahora existentes y que respondían a la existencia de un vacío legal sobre el desarrollo del Estado Laico y/o aconfesional consagrado en la Constitución y que en ocasiones hacia que España se pareciera más a un estado multiconfesional que a un estado aconfesional, como la Constitución establece” (subrayado mío).

Según la autora, asesora del Gabinete de Presidencia durante los gobiernos de Zapatero y actual Titular de Filosofía y Sociología del Derecho en la Universidad Carlos III de Madrid, la elaboración y aprobación de una nueva Ley Orgánica de Libertad Religiosa y de Conciencia y una Ley o Estatuto de la Laicidad han de ser previas a la “revisión o supresión” de los Acuerdos con la Santa Sede y otras confesiones religiosas, “innecesarios” una vez establecido el nuevo marco legal.

Opiniones similares hemos escuchado también en conversaciones recientes con representantes de la propia Comisión Ejecutiva socialista -para asuntos relacionados con la laicidad- y de su grupo parlamentario en la Comisión de Educación, cuando se ha planteado la urgencia, sin más dilaciones, de la denuncia y derogación de tales Acuerdos. Por nuestra parte, es una medida que juzgamos imprescindible, siquiera para levantar la hipoteca a que seguiría viéndose sometida cualquier nueva Ley de Educación, en sustitución de la LOMCE, en caso de que prosperase el presunto “pacto educativo” para el que vienen funcionando sendas subcomisiones de Educación dentro del Congreso y del Senado. Seguiría siendo obligada la presencia de la asignatura de Religión confesional y “en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales” en el currículo oficial, tal como se recoge en los Acuerdos de 1979 y, de forma similar, en los suscritos con otras confesiones religiosas en 1992.

Nadie ignora las resistencias que se levantarán en dicha Subcomisión, ante exigencias de elemental carácter democrático en el terreno específico de la enseñanza, dada la configuración del actual arco parlamentario y los intereses privados, materiales e ideológicos (y no solo religiosos), ahí representados. Pero no podemos hacernos trampas a nosotros mismos ni hacer alarde de ingenuidad. Si bien es cierto que habrá problemas para una simple denuncia por una de las partes implicadas en los Acuerdos suscritos (el gobierno español, en este caso), pero obligada a partir de un mandato mayoritario y explícito del Congreso en ese sentido, no menos dificultades se presentarían a la hora de consensuar una reforma de la LORL (nueva ley orgánica que necesita la aprobación de 2/3 de los diputados) y un Estatuto de Laicidad, que tengan como efecto inmediato, por “innecesarios”, la supresión de los privilegios de los que ha gozado la Iglesia Católica (y que otras confesiones quieren también gozar en términos de “equidad”). También en ese caso habría que proceder a la denuncia fehaciente de unos Acuerdos, que no proceden de una ley, sino de un convenio internacional entre dos supuestos estados. De hecho, esto último resulta más fácil que el rodeo propuesto y, en cualquier caso, de lo que se trata es de si hay de voluntad política de adoptar decisiones para resolver, de una vez por todas y en clave de imperativos democráticos, lastres del pasado y privilegios heredados de un régimen apoyado en el “nacional catolicismo”, que ningún gobierno se ha atrevido a enfrentar y sus beneficiarios no piensan abandonar de buen grado.

Pese a las presiones del “consenso” inducido en aquellos momentos y por todos alabado, en 1979, el propio grupo socialista, junto con el comunista, votó en contra de la ratificación del Acuerdo con el Vaticano en materia de enseñanza y asuntos culturales. Sin embargo, posteriormente, incluso cuando se ha tenido mayoría parlamentaria de “izquierdas”, la continuidad de los Acuerdos -de índole antidemocrática y gravosas consecuencias económicas- nunca fue cuestionada. Es más, en 1992 se firmaron otros nuevos con las confesiones evangélicas, islámicas y judía. En 2006 el gobierno de Zapatero aumentó del 0,5% al 0,7% la cantidad del IRPF desviado a subvencionar a la Iglesia. Y cuando en 2010 se atrevió a anunciar lo mismo que ahora se plantea, es decir, la elaboración de una nueva “Ley de Libertad Religiosa y de Conciencia”, las presiones del Vaticano lograron que el proyecto se guardara en el cajón. No se puede levantar ahora el mismo señuelo, a no ser para reducirlo a mero instrumento de propaganda electoral y eludir las responsabilidades puestas al orden del día: la denuncia de los referidos Acuerdos.

Sin embargo, hay que reconocer que, al hilo de los propios cambios sociales, algo de sus demandas democráticas se han reflejado, siquiera sobre el papel, en tanto cada vez resulta más inadmisible el mantenimiento de tratos de privilegio y el amparo institucional al adoctrinamiento religioso de menores en las aulas. Al menos desde 2013, han sido frecuentes las resoluciones en congresos y programas electorales de distintas fuerzas políticas, incluido el PSOE, que han recogido la necesidad de proceder a la denuncia de los Acuerdos firmados en 1979. Argumentos y declaraciones taxativas al respecto no han faltado.

En un breve artículo titulado “Laicidad imposible”, publicado en El País ya en julio de 2010, el catedrático de Derecho Eclesiástico, Dionisio Llamazares, escribía lo siguiente: “El Estado está maniatado y no puede progresar hacia la laicidad en el desarrollo legislativo de un derecho fundamental. No puede legislar obedeciendo al mandato constitucional. Se topa con el stop de los Acuerdos. El estatuto de la Iglesia católica no lo define la Ley de libertad religiosa, sino los Acuerdos. No sin razón, la Iglesia católica ha aceptado la ley de Libertad Religiosa vigente en lo que la beneficia, pero ha rechazado que le sea aplicable si disiente de los Acuerdos. Mientras estén vigentes, es imposible cumplir el mandato constitucional de la laicidad y de la igualdad de todos en la libertad de conciencia”.

Aunque algunos no compartamos la existencia de un claro y efectivo “mandato constitucional de la laicidad” (como sí lo había en la constitución republicana de 1931), las conclusiones de quien ocupó la Dirección General de Asuntos Religiosos en el último gobierno de Felipe González y desarrolló amplios estudios sobre el carácter inconstitucional y para-constitucional de los Acuerdos firmados con el Vaticano en 1976 y 1979, son inapelables. Al parecer, la lejanía de los compromisos gubernamentales ayuda a mayor clarividencia y desinhibición a la hora de expresar las opiniones personales.

Tal como se pone de manifiesto en ese artículo, los Acuerdos son el primer obstáculo a levantar. El orden de los factores sí altera el producto en este caso; y postergar su denuncia a la espera de una presunta reforma de la LOLR -de incierto futuro en su contenido y en el tiempo- significa renunciar de antemano a tomar decisiones inaplazables en el presente, si de verdad algo se quiere cambiar para que algo sustantivo cambie.

Las excusas, antes y ahora, en torno a correlaciones de fuerzas en el marco político y al apoyo social necesario para tomar medidas de tal trascendencia, dejan de lado la obligada iniciativa que en ese sentido corresponde a todos aquellos que se reclaman de los derechos democráticos y de la igualdad exigida, sin privilegio ni discriminación, en su aplicación al conjunto de la ciudadanía. Uno de ellos, y fundamental, concierne a la libertad de conciencia que exige como condición la laicidad y neutralidad ideológica de las instituciones públicas, y de modo especial dentro de la Escuela. Ante las contumaces negativas de gobiernos y fuerzas políticas enquistadas en sus intereses particulares y reaccionarios, es necesario, cuando menos, levantar públicamente y en todos los foros políticos y sociales, los referentes democráticos que deben presidir cualquier avance para traducir en leyes las demandas de la mayoría social.

Hoy, y no un lejano mañana, existe un hecho concreto planteado sobre la mesa del debate político y social y que exige determinaciones en lo inmediato: el compromiso que dicen haber asumido el conjunto de los grupos parlamentarios para llegar a un acuerdo (si no de imposible unanimidad, sí mayoritario) en torno a las bases sobre las que elaborar una nueva ley educativa. Si no estamos ante nuevas maniobras de distracción; si la urgente derogación de la LOMCE, exigida hace tiempo por una amplia mayoría social y política, ha de dar paso a una Ley de Educación de mayor aceptación y estabilidad en el tiempo, solo podrá cumplir dichos objetivos en caso de que efectivamente garantice las mínimas exigencias democráticas inherentes a la satisfacción de un derecho universal e igual, como es la educación y la ineludible laicidad del sistema educativo. Esa exigencia democrática viene negada de raíz por las obligaciones contraídas en los Acuerdos con la Santa Sede y son el primer obstáculo a remover. ¿Tampoco es ahora el momento?

Junto al impulso de la movilización social, y como instrumento que la facilite, es obligación inexcusable de los grupos parlamentarios comprometidos en la defensa de la Escuela Pública y Laica, plantear ya, tanto en la Subcomisión de Educación como en el pleno del Congreso, la denuncia y derogación de los Acuerdos con la Santa Sede y con otras confesiones religiosas. Hoy el gobierno del PP carece de mayoría parlamentaria para hacer prevalecer su postura contraria. Pero incluso si no se lograra una mayoría alternativa sobre esta decisión concreta, quedaría claro el compromiso público de las fuerzas políticas dispuestas a llevar a cabo esa determinación y su implicación, real y no meramente formal, en favorecer las circunstancias que la hagan posible.

FP Dual en Asturias_La Buena Tarde RPA

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Debate en la RPA (Radio Principado de Asturias)




El programa de la RPA, La Buena Tarde con Alejandro Fonseca dedicó el debate del pasado día 17 de enero a a Formación Profesional Dual en Asturias. 

Intervinieron en el debate
Guiomar Álvarez, responsable de Educación de FADE (Federación Asturiana de Empresarios)
Ramón Canal, presidente del Consejo de la FP en Asturias
Luis Fernández, Movimiento Social por la Escuela Pública  


Prensa


La Formación Profesional está también siendo noticia últimamente en la prensa asturiana:

De la FP al empleo: siete de cada diez titulados en sanidad y hostelería trabajan antes de un año, La Nueva España, 22 de enero de 2018
Los alumnos que ingresan en FP son un 74% más que los que entran en la Universidad, El Comercio, 22 de enero de 2018

La Nueva Educación

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#LaNuevaEducacion



Foto Yo Estudié en la Pública

El pasado día 25 Yo Estudié en la Pública presentó un nuevo vídeo, imprescindible para conocer la deriva privatizadora de la Escuela Pública si se sigue asumiendo la lógica de funcionamiento de las empresas privadas. Empresas que, por otra parte, gracias a la mal entendida "filantropía", han ido introduciéndose y cobrando un papel cada vez más importante dentro de la Escuela Pública, definiendo agenda e influyendo en el diseño de políticas educativas. Hablamos de La Nueva Educación

Las intervenciones de Rosa Cañadell, Christian Laval, Toni Verger, Aina Tabarini, Xavier Rambla, Geo Saura, Jurjo Torres... nos van repasando qué se esconde detrás de algunas empresas "educativas" o detrás del auge que en los medios de comunicación están alcanzando los "concursos" para elegir a "lxs mejores profesorxs del mundo", para sintetizar los auténticos peligros de la educación, la privatización (endógena y exógena), la segregación o la  inequidad...

Actualización, 28 de enero de 2018
Conocíamos hoy la noticia de que la Fundación Trilema pasaba a hacerse cargo de Cuadernos de Pedagogía. La noticia, triste para la Escuela Pública, no podía pasar desapercibida en las redes y tampoco para Yo Estudié en la Pública que, a propósito de ello, comentaba en su Facebook  lo corto que se había quedado su vídeo: "Nos quedamos cortos con nuestro último corto. En él denunciábamos, con datos, cómo grandes empresas, utilizando como ariete entidades filantrópicas, están penetrando en el mundo de la educación que convierten en un negocio del que obtener beneficios"... (Texto completo)

*Vídeo





*Webgrafía:

¿Hacia dónde va la educación? (Cecilia Salazar-Alonso), El Diario de la Educación 
Los mejores profesores (Rosa Linares) El Diario de la Educación 
¿Quién manda en la educación? (Rosa Cañadell), El Diario de la Educación
Neoliberalización filantrópica y nuevas formas de privatización educativa: La red global Teach For All en España (Geo Saura) RASE, Revista de Sociología de la Educación
La educación en España: Parados en un tren en marcha (Guadalupe Jover, Pedro Bolea), El Diario de la Educación

*Documentación

Sunny Barkey 
Carmen Pellicer Iborra, presidenta de TRILEMA 
Recortes de prensa ASHOKA


¿Qué modelo de Escuela 0-3 queremos en Asturias? Charlas-debate

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La Escuela 0-3 hacia el futuro


Entre los problemas que la educación pública asturiana tiene por resolver (profesorado interino, oposiciones, reducción horas lectivas, ratios...), está indudablemente el modelo y el futuro del primer Ciclo de Educación Infantil.




El futuro del ciclo 0-3 ha sido debatido ampliamente tanto en Ayuntamientos como en el Parlamento asturiano y, de hecho, se ha convertido en uno de los escollos para la aprobación de los Presupuestos del Principado.

Claramente para la Plataforma ese futuro sólo se concibe desde la integración en la red de educación pública del Principado y por tanto como ciclo público y gratuito. Pero, creemos, que el debate que se ha abierto en el campo político tiene que abrirse también a la ciudadanía. 

De ahí que se haya pensado en una serie de charlas-debate como fórmula para debatir sobre el futuro del Ciclo y en las que desde la Plataforma en Defensa del O-3 Público y Gratuito** podamos, también, argumentar las razones por las que planteamos la integración en la red pública.

La primera de ellas será el día 1 de febrero en Oviedo, a las 19:00 h. en la Biblioteca del Fontán. Seguirán, inicialmente, otras en Gijón y Avilés, en fechas aún por confirmar pero previstas también para febrero.

Cartel para descarga JPG
Evento en Facebook



** Plataforma en Defensa del 0-3 Público y Gratuito: AEIPA 0-3, CC.OO, COAPA, FAPAS Xixón, IU, Movimiento Social por la Escuela Pública, Podemos y SUATEA.



 Mociones, interpelaciones, PL o PNLs en Ayuntamientos y Parlamento

Distintos grupos municipales y parlamentarios han ido presentado para su debate, en Ayuntamientos o en Junta General del Principado, el tema del Primer Ciclo de Infantil. Recordamos algunos casos:

2017:
2016: 


VÍDEOS/ Mesa Redonda_ Reforma de la Constitución. Alternativas al artículo 27

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Por una educación plural, laica y en igualdad


Mesa Redonda: Reforma de la Constitución. Alternativas al artículo 27

Organizada por "Por otra política educativa. Foro se Sevilla", el viernes 2 de febrero tuvo lugar en el Ateneo de Madrid un debate sobre la reforma del artículo 27 de la constitución, por la defensa del derecho a la educación, la pluralidad, la laicidad y la igualdad.

¿Por qué era necesario este debate? Nos lo explican desde la web Por otra política educativa al presentar la mesa redonda:
Si el artículo 27 de la constitución española consiguió un claro consenso con respecto al derecho a la educación, gratuidad y obligatoriedad de la educación básica, ha generado ambigüedad en la interpretación al plantear una disyuntiva entre el derecho a la educación y la libertad de elección que en una reforma constitucional tendría que ser revisada. El derecho de las familias a la formación religiosa y moral, la libertad de creación de centros docentes o la consolidación de un sistema público y privado garantizado por los poderes públicos derivan en la creación de una doble red de centros que se ha convertido en un factor de desigualdad debido a la posibilidad de elección de las familias y la selección del alumnado por nivel socioeconómico, género, etnia y religión.
Participaron en el debate, José Gimeno Sacristán (profesor de la Universidad de Valencia), Eva Izquierdo Monzón (abogada, especialista en legislación educativa) y Antonio Viñao Frago (profesor de la Universidad de Murcia). Moderó: Carmen Rodríguez Martínez (profesora de la Universidad de Málaga).

La mesa-redonda, atendiendo a aspectos legislativos, históricos y educativos, se estructuró en dos partes: En la primera cada participante contó con quince minutos mientras que en la segunda intervinieron más brevemente, (cinco minutos) para exponer sus propuestas y/ conclusiones. Tras ello, seguiría el debate.

Iniciaría las intervenciones Eva Izquierdo, seguiría Antonio Viñao y cerraría José Gimeno Sacristán.


Vídeos


Fuente vídeos: Canal  Youtube Por otra política educativa. Foro de Sevilla  (vídeo completo)

 Eva Izquierdo Monzón, abogada



Antonio Viñao Frago, profesor de la Universidad de Murcia, Departamento de Teoría e Historia de la Educación. Miembro del Foro de Sevilla




José Gimeno Sacristán, profesor de la Universidad de Valencia. Miembro del Foro de Sevilla




Intervención (de 5 minutos) de cada ponente para plantear propuestas y/o presentar conclusiones


Intervención del público. Debate

En B.O.E la orden que regula la "reválida" de ESO, para el curso 2017/2018

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LOMCE y reválidas siguen aquí





Publicada en el B.O.E.  la orden ECD/65/2018, de 29 de enero, por la que se regulan las pruebas de la evaluación final de Educación Secundaria Obligatoria, para el curso 2017/2018:

La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, modificada por la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa, prevé en su artículo 29 la realización de una evaluación individualizada al finalizar la Educación Secundaria Obligatoria.
El artículo 6 bis.2.b) de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, habilita al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para establecer las características de las pruebas, diseñarlas y establecer su contenido para cada convocatoria, en relación con las evaluaciones finales de Educación Secundaria Obligatoria y de Bachillerato.
El artículo 1 del Real Decreto-ley 5/2016, de 9 de diciembre, de medidas urgentes para la ampliación del calendario de implantación de la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa, modifica la disposición final quinta de la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para establecer que, hasta la entrada en vigor de la normativa resultante del Pacto de Estado social y político por la educación, la evaluación de Educación Secundaria Obligatoria, regulada por el artículo 29 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, tendrá finalidad diagnóstica y carácter muestral; su finalidad será por tanto la evaluación del sistema educativo en su conjunto con vistas a la mejora de su calidad y equidad...


BOE




20F / Por la recuperación del horario lectivo anterior a los recortes

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Concentración: Oviedo, 20 de enero, 18:00 h. Plaza de España



El pasado 27 de noviembre entre los asuntos del orden del día de la reunión de la Junta de de Personal Docente no universitario figuraba el tema de la recuperación de las horas lectivas. En el acuerdo alcanzado se exigía la apertura de un proceso de negociación que permitiera acordar un plan para llevar a cabo la reducción horaria en todas las etapas así como  la recuperación de los horarios en Secundaria, Formación Profesional y Enseñanzas Artísticas e Idiomas de 18 periodos lectivos y de 23 horas para el profesorado de Infantil y Primaria.

Se acordaba también proponer al profesorado concentraciones en sus respectivos Centros previas a la convocatoria de una concentración en Oviedo.

A lo largo de diciembre y enero la campaña por la recuperación del horario anterior a los recortes ha ido teniendo eco en distintos centros educativos asturianos:




En Facebook se ha creado un grupo, "Docentes asturianos por la recuperación de las 18-23 horas lectivas" en el que se están subiendo fotos de algunas de las concentraciones en los centros y planteando distintas propuestas. Una de ellas, la presentación de un documento "sencillo que se centra en declarar el apoyo a la vuelta a las 18 y 23 horas lectivas y en el que se solicita a la Consejería de Educación, en nombre del claustro y mediante la remisión del citado documento, que se haga efectiva dicha medida": Instancia tipo (castellano) / Asturiano 

Y ahora, para el día 20 de este mes está convocada una concentración en Oviedo a las 18;00 h. en la Plaza de España.

¿Razones?


Es evidente que el aumento de horario lectivo, que impuso la crisis y los recortes, trajo consigo menos profesorado (CC.OO cifraba en 800 los empleos perdidos con el aumento horario), y, por tanto, menos posibilidad de desdobles, de grupos de apoyo o de atención a la diversidad; dificultad para el desarrollo de proyectos o para la coordinación del profesorado, aumento de ratio, de burocracia..., en definitiva, un deterioro de las condiciones laborales del profesorado que, si no incide más en la calidad de la enseñanza  no es sino por la profesionalidad de lxs docentes. 

Por ello, por la defensa de la calidad en la Escuela Pública, por la recuperación de las condiciones laborales del profesorado, el 20 de febrero

¡Nos vemos en la calle!

Cartel concentración










Sesión de control al Gobierno_Educación

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El MIR docente en la Sesión de control al Gobierno del 7 de febrero de 2018_Vídeos




En la sesión de control al Gobierno del 7 de febrero dos de las preguntas planteadas al ministro de Educación, Méndez de Vigo, planteaban el mismo tema, el MIR educativo. 

La primera la planteaba Ione Belarra Urteaga de Unidos Podemos, la segunda Sandra Moneo del PP. 

Sin comentarios..., baste con escuchar, en ambos casos, preguntas y respuesta.
PREGUNTA de la Diputada Dª IONE BELARRA URTEAGA, del Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, que formula al Excmo. Sr. Ministro de Educación, Cultura y Deporte: ¿Considera que el problema de la educación en este país es que los profesores/as están mal formados después de despedir a 25.000 en los últimos años?
En este ocasión, a la formulación, sin más, de la pregunta le sigue la respuesta inicial del ministro de Educación, para después dar paso a la réplica de la diputada y cerrándose con la nueva intervención de Méndez de Vigo

Pregunta y primera intervención del Ministro



Segunda intervención: Ione Belarra Urteaga / Respuesta de Méndez de Vigo (para quien, entre otras cosas, los recortes están derogados, aunque el RD 14/2012 siga estando en vigor)

PREGUNTA de la Diputada Dª MARÍA SANDRA MONEO DÍEZ, del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, que formula al Excmo. Sr. Ministro de Educación, Cultura y Deporte: ¿Qué objetivos persigue la propuesta del MIR Educativo

Sandra Moneo se limita a preguntar, y no interviene de nuevo, con lo que el Ministro no tiene más que poner encima de la mesa, sin objeciones, su planteamiento sobre el MIR docente.




España, sexto país de la UE con mayor segregación en las aulas por motivos socioeconómicos / La escuela asturiana entre las más segregadoras

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  • Un trabajo de dos profesores de la Autónoma de Madrid alerta sobre la fragmentación de los centros educativos según los recursos de las familias
  • Madrid, Canarias y Cataluña tienen los sistemas más fragmentados por origen socioeconómico, mientras que Baleares, Galicia y Castilla y León cuentan con los más inclusivos
  • España sólo está en la UE por delante de cinco países del este: Bulgaria, Eslovaquia, República Checa, Rumanía y Hungría 
  • La escuela asturiana entre las más segregadoras  
Fuentes: Infolibre, La Voz de Asturias

Gráfico en La Voz de Asturias

Publica Infolibre (Elena Herrera) las conclusiones del informe Magnitud de la segregación escolar por nivel socioeconómico en España y sus comunidades autónomas y comparación con los países de la UE, realizado por los profesores de la Universidad Autónoma de Madrid F. Javier Murillo y Cynthia Martínez-Garrido y publicado publicado en la Revista Sociología de la Educación RASE de la Universidad de Valencia, en el que nuestro país se sitúa solo por delante de países como Bulgaria, Eslovaquia, República Checa, Rumanía y Hungría.

El estudio se basa en datos del informe PISA y toma como referencia dos variables fundamentales, por una lado, el denominado índice de Gorard (G) «que se define como 'la desviación proporcional de los estudiantes del grupo minoritario con respecto a una completa distribución de la pobreza'»; además se añade a la investigación el índice de Aislamiento (A) que «se estima como la probabilidad de que un miembro del grupo minoritario se encuentre en su escuela con otro miembro de su mismo grupo».   Estudio que no solo sitúa la educación española como una de las más segregadoras de la UE sino que, además, adelanta un futuro nada prometedor si no varían las políticas educativas (y no parece que vaya a ser ese el camino como no lo defendamos "con uñas y dientes"):  tras veinte años de caída, la segregación escolar por motivos socioeconómicos comenzó a aumentar de nuevo en 2012 coincidiendo con los peores momentos de la crisis económica, y la tendencia se mantiene llegándose a registrar datos incluso peores que en los años 90, según señala uno de sus autorse y recoge InfoLibre.

De este infome general, se hace eco también La Voz de Asturias (Luis Ordóñez) y extrae aspectos relacionados con la escuela asturiana que la sitúan a la cabeza de la segregación escolar ("los grupos con mayor adquisitivo se han separado del resto de forma más acentuada") aunque lejos de Madrid, segunda región europea con la tasa más alta de segregación, solo superada por Hungría.

España es el sexto país de la UE con mayor segregación en las aulas por motivos socioeconómicos (InfoLibre)


España es el sexto país de la UE con un sistema educativo más fragmentado según los recursos y el entorno de las familias, sólo por delante de países del este como Bulgaria, Eslovaquia, República Checa, Rumanía y Hungría y alejado de otros de su entorno más cercano como Francia, Alemania, Italia o Portugal. Esta es una de las principales conclusiones del trabajo Magnitud de la segregación escolar por nivel socioeconómico en España y sus comunidades autónomas y comparación con los países de la UE  [consultar, aquí], realizado por los profesores de la Universidad Autónoma de Madrid F. Javier Murillo y Cynthia Martínez-Garrido. 

La investigación fue realizada a través de un análisis exhaustivo de datos recogidos en el último informe PISA, que además de la adquisición de conocimientos de los estudiantes de 15 años en tres áreas temáticas clave (lectura, matemáticas y ciencias), mide diversos aspectos relacionados con el origen social y familiar de los alumnos a través del índice ESCS, que refleja el nivel educativo de los padres, la riqueza de la familia, los recursos educativos o las posesiones relacionadas con la cultura existentes en el hogar. En la última edición de PISA, de 2015, participaron cerca de 540.000 alumnos, 39.066 de ellos en España.

Según los cálculos de los autores, en España, el 38% de los estudiantes debería cambiarse de escuela para lograr un reparto igual a la presencia de los estudiantes de su grupo de población total. Además, la probabilidad de que un alumno se encuentre en su centro educativo con otro de su mismo grupo es del 32%. Por otro lado, la investigación revela que la segregación para los estudiantes con familias de mayor nivel socioeconómico es mayor que para las de menor, lo que apunta hacia la "elitización" del sistema. 

A preguntas de infoLibre, el profesor Murillo explica que, desde la perspectiva del rendimiento, la segregación afecta especialmente a los alumnos con menor nivel socioeconómico, que además suelen asistir a escuelas que tienen más dificultades, con más profesorado interino o más problemas de financiación o infraestructuras por la zona en la que se encuentran; al tiempo que favorece a los que viven en entornos más acomodados social y económicamente. 

No obstante, insiste en que una red de escuelas fragmentadas no beneficia a unos alumnos y perjudica a otros, sino que tiene consecuencias para la sociedad en su conjunto porque, explica, "sólo se puede avanzar en convivencia si los alumnos conviven con otros de diferentes características en la escuela". "Un sistema educativo segregado impide una verdadera igualdad de oportunidades y no puede generar una sociedad inclusiva", añade. De hecho, Murillo y Martínez-Garrido sostienen en su trabajo que uno de los retos más importantes que tiene la educación española en la actualidad es el de la equidad, por encima incluso del desafío de la calidad.

Diferencias por comunidades 

La investigación, no obstante, ofrece un panorama heterogéneo en el conjunto del país y revela que existen grandes diferencias por autonomías. Destaca especialmente la "altísima" segregación de Madrid, que se sitúa a la comunidad entre Hungría y Rumanía, los dos países con sistemas educativos menos inclusivos de la UE. Los autores explican que la segregación residencial es uno de los factores que explica la fragmentación, aunque no el único. Las decisiones políticas son también muy relevantes. 

En este sentido, los autores vinculan el dato de Madrid con el hecho de que es la región de España que más ha impulsado la creación de sistemas de "cuasi-mercado" con medidas como el establecimiento del distrito único, por el cual las familias pueden elegir el centro entre todos los de la región; la publicación derankings de centros atendiendo a los resultados de pruebas externas estandarizadas; la "discutida" política de creación de centros bilingües "que está generando procesos de selección implícitos por los cuales los alumnos con más recursos asisten a estos centros, dejando fuera a los que más dificultades tienen" o la apuesta "decidida" por fomentar la educación privada. 

"Las políticas encaminadas a favorecer la competitividad entre centros posibilitan que los padres con mayores recursos, no sólo económicos sino también culturales, se permitan elegir, mientras que el resto se quedan con las plazas sobrantes porque la escuelas son las que son", explica Murillo. Otras comunidades que se caracterizan por tener una red de escuelas fragmentada por el origen socioeconómico de las familias son Canarias y Cataluña.

En contraposición, Baleares, Galicia o Castilla y León tiene sistemas educativos con un nivel de segregación según los recursos y el entorno de los alumnos muy bajo, justo entre Suecia y Finlandia, que son los países con menor segregación de Europa y cuyas escuelas se caraterizan por parecerse más a toda la sociedad en su conjunto. 

Como primeros pasos para reducir la segregación por motivos económicos, Murillo apunta a la eliminación de las políticas que favorecen la competitividad entre centros, así como a la necesidad de que se haga efectivo el cumplimiento de la legislación en lo que se refiere a que los centros educativos no pueden excluir a ningún estudiante. Alude concretamente a las escuelas concertadas (privadas subvencionadas) que hacen un papel de selección que va "más allá de lo que les corresponde". También cree necesario hacer políticas de "compensación" para que haya un real intercambio entre los diferentes niveles socioeconómicos con el objetivo de tener "una escuela tan diversa como es la sociedad". 

La perspectiva, sin embargo, no parece muy alentadora. Murillo explica que, tras veinte años de caída, la segregación escolar por motivos socioeconómicos comenzó a aumentar de nuevo en 2012 coincidiendo con los peores momentos de la crisis económica. Y que esa tendencia se mantiene en la actualidad llegándose a registrar datos que son incluso peores que los alcanzados a finales de los noventa. 


La escuela asturiana, entre las más segregadoras por riqueza (La Voz de Asturias)

Un informe señala al Principado entre las comunidades con mayor tendencia a la «elitización» de colegios y separación de familias de más renta
Asturias está a la cabeza de las comunidades más segregadoras en la escuela en función del nivel socioeconómico de las familias, no se trata de que los colegios de la comunidad distingan de forma generalizada a los alumnos por el estatus social o de renta pero sí que los grupos con mayor adquisitivo se han separado del resto de forma más acentuada. Hay un grado de segregación en la élite en función de la riqueza mucho más elevado en Asturias que en otras comunidades autónomas, aunque aún lejos de Madrid, el territorio con las diferencias más acusadas, tantas que superan con mucho las cifras medias de la Unión Europea, llegando a niveles inéditos en el continente y que sólo se registran en Hungría o Rumanía.

Así lo refleja el estudio «Magnitud de la segregación escolar por nivel socioeconómico en España y sus Comunidades Autónomas y comparación con los países de la Unión Europea», elaborado por F. Javier Murillo y Cynthia Martínez-Garrido y que ha sido publicado en la Revista Sociología de la Educación RASE de la Universidad de Valencia. Este estudio toma como referencia dos variables fundamentales, por una lado, el denominado índice de Gorard (G) «que se define como 'la desviación proporcional de los estudiantes del grupo minoritario con respecto a una completa distribución de la pobreza'»; además se añade a la investigación el índice de Aislamiento (A) que «se estima como la probabilidad de que un miembro del grupo minoritario se encuentre en su escuela con otro miembro de su mismo grupo». 

A la hora de comparar la situación de las escuelas de las diferentes comunidades autónomas y también lo que ocurre en distintos países de la UE, el informe señala que Asturias aparece en el grupo de comunidades con segregación escolar por nivel socioeconómico alta en ambas variables, 0,35 para el índice Gorard y 0,31 en el índice de Aislamiento, junto con territorios como Madrid, Cataluña o Canarias. El estudio distingue cuatro bloques de alumnos en función del nivel socioeconómico y cultural, apareciendo Asturias en el grupo en el que las diferencias entre el 25% con menor nivel y el 25% de mayor son más amplias. Así, señalan que «este hecho que, como luego veremos, no se da en todos los países, pero si en todas las Comunidades Autónomas españolas, indica que la segregación para los estudiantes con familias con mayor nivel socioeconómico es mayor que para las de menor. Lo que habla de una tendencia a la segregación «por arriba» del sistema educativo español, es decir, a la 'elitización' del mismo». Y lo es de forma singular en Asturias donde los grupos más afortunados estudian de forma muy separada del resto.

Los autores también destacan que «España es uno de los países con el sistema educativo más segregado de toda la Unión Europea, y muy alejado de los países de su entorno más cercano» a la par que las diferencias entre las comunidades autónomas son también muy elevadas. Así, señala que Baleares o Galicia presentan unos índices de muy baja segregación, similares a los de países nórdicos como Suecia o Finlandia, «los países con menor segregación de Europa y, con ello, del mundo» mientras que la Comunidad de Madrid registra una segregación «altísima, entre Hungría y Rumania, los dos países con más segregación de la Unión Europea». En el caso de Asturias, en la tabla que compara a las comunidades autónomas con otros países, aparece en posiciones similares a las de Estonia, Croacia, Portugal o Lituania, y justo un puesto por debajo de la media de la UE.

Los autores son muy críticos con las causas que provocan estas carencias de equidad y apuntan que en el caso más extremo, el de Madrid, tienen su origen en políticas educativas dirigida a formentar «decididamente la competencia entre centros y la libre elección por parte de familias y estudiantes». Entre ellas citan el establecimiento de un distrito único «por el cual las familias pueden elegir libremente el centro entre todos los de la región, o la publicación de rankings de centros atendiendo a los resultados de pruebas estandarizadas externas en centros de Educación Infantil y Primaria y de Educación Secundaria». También señalan la incidencia en la segregación de alumnos «la discutida política de creación de centros bilingües que está generando que procesos de selección implícitos por los cuales los niños, niñas y adolescentes con más recursos asisten a este tipo de centros, dejando a los que más dificultades tienen fuera de los mismos». Además apuntan que en la capital se ha fomentado más que en otros territorios la escuela privada.

Así, el informe destaca también en sus conclusiones que «la segregación escolar es un poderoso mecanismo para impedir la igualdad de oportunidades real entre todos los estudiantes; así como el mejor medio para fomentar la segregación y las desigualdades sociales. Cierto es que una gran parte de la segregación escolar es consecuencia directa de la segregación residencial; mal que afecta a prácticamente todas las ciudades de España».

Miércoles 21, Comisión de Educación: Debate y votación de la PNL relativa a la defensa de una escuela pública y laica.

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Sala Sagasta

Este miércoles 21 de febrero, a partir de las 15:00 horas (hora de inicio de la sesión), en la Sala Sagasta del Congreso de los Diputados tendrá lugar el debate y votación de la proposición no de ley, presentada, el 16 de mayo de 2017, por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea relativa a la defensa de una escuela pública y laica. (Orden del día)
«Al amparo de lo establecido en el Reglamento de la Cámara, el Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea presenta la siguiente Proposición no de Ley en defensa de una escuela pública y laica, para su debate en Pleno»
En la exposición de motivos se recogen algunas de las casi 40 asociaciones y colectivos (entre las que también está Mareas por la Educación Pública) que habían registrado una petición a los grupos parlamentarios solicitando medidas concretas para el logro de una escuela pública y laica y que se recogen en la PNL:

«Decenas de organizaciones políticas y sociales, entre los que se encuentran Europa Laica, STEsintersindical, CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado), Sindicato de Estudiantes, CCOO y CGT, la Confederación de Movimientos de Renovación Pedagógica, FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales), Marea Verde de Madrid, Asamblea Feminista de Madrid, Redes Cristianas, Cristianos y Cristianas de Base de Madrid, Católicas por el Derecho a Decidir, Associació de Mestres de Rosa Sensat, Escola Valenciana, Federació d’Associacions per la Llengua, Plataforma Crida, Yo estudié en la Pública, Plataforma en Defensa de la Educación Infantil 0-6 años, Plataforma contra Impunidad Franquista o ATTAC»

Medidas:

• «Garantizar el imprescindible carácter laico que debe revestir la Escuela como institución pública, dejando la religión confesional fuera del sistema educativo oficial, es decir, del currículo y del ámbito escolar»
• «Proceder, en consecuencia, a la derogación del Concordato y posteriores Acuerdos con el Vaticano, así como de los acuerdos suscritos con otras confesiones religiosas, en tanto son invocados como base «legal» para mantener privilegios y una inadmisible injerencia privada en el sistema educativo destinado a la formación común del conjunto de los ciudadanos/as en cuanto tales».
• «Atender la responsabilidad exclusiva que las Administraciones Públicas tienen a la hora de asegurar una educación pública de calidad en condiciones de igualdad mediante una red pública de enseñanza que llegue a toda la ciudadanía y, en consecuencia, destinar a ella recursos públicos suficientes, retirando progresivamente el desvío de fondos públicos hacia redes escolares privadas.»

Firman: Miguel Ángel Bustamante Martín y Joan Mena Arca, Diputados.—Alberto Garzón Espinosa, Portavoz del Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea.—Enric Bataller i Ruiz, Diputado.—Joan Baldoví Roda, Portavoz del Grupo Parlamentario Mixto.

Texto completo PNL


Aprobada PNL (enmienda transaccional) relativa a la Escuela Pública y Laica

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La enmienda transaccional del PSOE a la PNL presentada por los Grupos Parlamentarios de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea y Grupo Mixto, fue consensuada entre los grupos y aprobada en la Comisión de Educación.




Esta tarde en la Comisión de Educación,  los Grupos Parlamentarios Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea y Grupo  Mixto, presentaron una Proposición no de ley  relativa a la laicidad en la Escuela.

La defensa de la PNL corrió a cargo de Miguel Ángel Bustamante (GCUP-EC-EM). El PSOE presentaría una enmienda transaccional focalizando la PNL en el punto 2, la derogación de los Acuerdos con el Vaticano, en la medida que los otros dos puntos (garantizar el carácter laico de la Escuela eliminando la religión del currículum o la progresiva retirada de fondos a centros privados), derivaban de él en cierta medida, y proponiendo dejarlos por su carácter educativo para su tratamiento de la Subcomisión de Educación  de cara al Pacto de Estado.

La transaccional quedó aprobada por 18 votos a favor, 17 en contra y 1 abstención (PDeCAT). En el debate tanto Ciudadanos como PP habían anunciado ya su voto en contra.

Presentación PNL




Transaccional PSOE







«El nuevo texto concentra las propuestas iniciales para lograr ese consenso y plantea, por un lado, ‘garantizar el imprescindible carácter laico que debe revestir la escuela como institución pública, dejando la religión confesional fuera del sistema educativo oficial, es decir, del currículo y del ámbito escolar’. (punto 1 de la PNL)

Por otro, insta al Ejecutivo del PP a ‘denunciar y derogar los Acuerdos del Estado español con la Santa Sede, así como los suscritos en el mismo sentido con otras confesiones religiosas, obligando al Gobierno a proceder para el cumplimiento de ese mandato’». (Punto 2)

Queda para debate posterior en la Subcomisión de Educaciónel punto 3:

«Atender la responsabilidad exclusiva que las Administraciones Públicas tienen a la hora de asegurar una educación pública de calidad en condiciones de igualdad mediante una red pública de enseñanza que llegue a toda la ciudadanía y, en consecuencia, destinar a ella recursos públicos suficientes, retirando progresivamente el desvío de fondos públicos hacia redes escolares privadas.»

15 de marzo: Jornadas Parlamentarias / Grupos Políticos y Comunidad Educativa

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Por un Acuerdo social y político para la educación


Levalet, "Territory", 2017

Convocadas por “Redes por otra política educativa”, colectivos y organizaciones que han participado en la elaboración del Documento de Bases para una nueva ley educativa y organizadas por el PSOE, el jueves 5 de marzo todos los partidos políticos y la comunidad educativa están convocados a unas Jornadas Parlamentarias “Por un Acuerdo social y político para la educación”.  

El evento se celebrará de 17,00 a 20,00 horas en la Sala Clara Campoamor del Congreso de los Diputados.

Objetivo


La pluralidad de colectivos y organizaciones sociales, de padres y madres, estudiantes, sindicales y políticas, participantes en el Documento de Bases para una nueva ley educativa propone debatir y consensuar la dirección que debe adoptar un modelo alternativo de escuela que asuma como principios fundamentales el derecho a la educación y la igualdad.

En esta jornada organizada por el Partido Socialista Obrero Español se busca el “respaldo y acuerdo de los partidos políticos que tengan voluntad de transformar y mejorar el actual estado de la educación. Plantear las bases de una ley educativa democrática, que busque la equidad del sistema educativo, con la que podamos llegar a una acuerdo social y político, requiere de un esfuerzo democrático importante”.

Programa

Mesa redonda 1

La educación que queremos y necesitamos para el Pacto educativo.  Modera: Foro de Sevilla
Participan colectivos de “Redes por otra política educativa”: Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CCOO), Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres (CEAPA), Mareas por la Educación Pública, Sindicato de Estudiantes, Confederación de STES-intersindical, LEQNU (La educación que nos une), Europa Laica.

Mesa redonda 2

Partidos políticos que forman parte de la Subcomisión por el Pacto Educativo. Modera: Partido Socialista Obrero Español
Participan Grupos políticos educativos que integran la subcomisión del Pacto educativo: Grupo Popular (GP), Grupo Socialista Obrero Español (CS) Grupo Confederado Unidos Podemos (GCUP-EC-EM), Grupo Ciudadanos (GCs), Grupo Vasco (EAJ-PNV), Grupo Esquerra Republicana (GER), Grupo Mixto.   Intervenciones pactadas de: Otros movimientos sociales, sindicales y organizaciones políticas.


¿Pacto educativo o trampa contra la educación pública?

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Enrique J. Díez / Agustín Moreno. Cuartopoder, 28 de febrero de 2018
El pacto solo será posible si se piensa en el bien común, no en el mercado. El pacto irrenunciable debe ser el que recupere el discurso de lo público y lo social, de la importancia estratégica de la educación para el futuro del país.
Imagen de archivo de una manifestación en defensa de la Escuela Pública. EFE/ cuartopoder

«Debemos invertir el 7% del PIB en mejorar el sistema educativo y blindar ese porcentaje constitucionalmente, para que cualquier gobierno no pueda recortarlo ni rebajarlo»
«Las religiones y sus manifestaciones deben estar fuera de la enseñanza. Se debe educar sin dogmas y eliminar el adoctrinamiento a través de los contenidos escolares»
 «El pacto educativo debe asumir y plasmar que la educación pública garantiza el derecho universal en condiciones de igualdad y convivencia,  y sin ninguna discriminación»

Una parte importante de la sociedad demanda un pacto educativo que dé estabilidad a nuestro sistema de enseñanza. Este acuerdo educativo estable sólo puede asentarse a partir de la resolución de tres ejes cruciales:

El primer eje es la financiación. Debe ser la prioridad. Es más importante invertir en la educación de nuestros hijos e hijas, la cultura y el desarrollo de las futuras generaciones que, por ejemplo, en rescatar entidades bancarias. Por eso, debemos llegar a invertir el 7% del PIB en mejorar el sistema educativo y blindar ese porcentaje constitucionalmente, para que cualquier gobierno no pueda recortarlo ni rebajarlo.

El segundo eje tiene que ver con la libertad de conciencia. Debemos adoptar un modelo de educación laica que respete tanto a quienes profesan alguna religión como a quienes no lo hacen. Esto significa que cualquier religión y sus manifestaciones deben estar fuera de los centros de enseñanza, que se debe educar sin dogmas y eliminar el adoctrinamiento a través de los contenidos escolares.

Y, en tercer lugar, es imprescindible enfocar el pacto desde la base del bien común. Eso significa asumir y plasmar en él que la Educación Pública es la que asegura ese derecho universal en condiciones de igualdad y convivencia,  sin discriminación de origen social o cultural, o por razones de creencias, de sexo, de orientación sexual o cualesquiera otras características de índole personal.  Y ello exige cuestionar la doble red (pública y concertada) y avanzar hacia la progresiva supresión de la financiación pública de centros educativos privados.

A partir de estas tres bases sólidas, que garantizan la educación como derecho y bien común para toda la ciudadanía, el pacto deseable debería contar con las propuestas que ha consensuado la comunidad educativa en el  Documento de bases para una nueva Ley de Educación. Acuerdo social y político. Sería una estafa un pacto sin la participación y el acuerdo de los sectores más representativos de la comunidad educativa. Es inquietante ver cómo después de casi un centenar de comparecencias en la Subcomisión de Educación para el Pacto Educativo, se está negociando exclusivamente entre los partidos políticos de forma oscurantista, con un discutible sistema de decisiones y al margen de la comunidad educativa.

Hay actualmente dos modelos de educación en disputa. Uno que la considera un derecho y un bien común público, que debe ser garantizado y promovido por los representantes de la comunidad social democráticamente elegidos, los Estados, para asegurar la equidad en el desarrollo de la población (educación pública gratuita). El otro modelo la considera una mercancía, una inversión; por lo tanto, debe ser “liberalizada”, es decir, privatizada, pues supone un negocio de cuatro billones de dólares. La derecha en este país, representada políticamente por el PP en su versión conservadora y por Ciudadanos en su versión neoliberal, con el apoyo de los sectores económicos vinculados al IBEX35 y los sectores católicos ligados a la jerarquía episcopal, ha optado claramente por este segundo modelo y pretenden un Pacto Neoliberal por la Educación.

En este contexto, el proceso seguido para alcanzar el pretendido pacto educativo está más abocado a hacer más concesiones a la derecha político-social, que a mejorar y extender el sistema educativo público. Porque la derecha muestra una y otra vez que no está dispuesta a retroceder en su ideología y su modelo. El PP está consiguiendo que se avance más bien hacia una ”contrarreforma educativa encubierta”, manteniendo lo esencial de la LOMCE, con un cierto maquillaje de acuerdo que pretenden que les facilite quienes hasta hace poco pedían su derogación atendiendo las demandas de la comunidad educativa. Introduciendo maniobras de distracción como el MIR docente, cuando lo que se necesita es el aumento de plantillas, la drástica reducción de la precariedad y fortalecer la formación inicial y permanente.

La posición del PSOE ante este pacto educativo parece limitarse a estar a la defensiva, cediendo ante las exigencias del sector conservador, tratando de no aparecer ante la opinión pública como el protagonista de la ruptura del pacto. Pero también porque una parte de la ideología neoliberal educativa ha sido asumida por dirigentes y responsables políticos del PSOE, especialmente en relación a los conciertos. El último ministro de educación del PSOE, Gabilondo, insistía en incluir en el pacto educativo que promovía, a los centros concertados como parte de la red pública, con el falaz argumento de todo lo financiado públicamente es servicio “público”.  Equiparando así la escuela privada concertada, mayoritariamente confesional y selectiva, con la de titularidad pública.

El PSOE debe decidir si juega a ser cómplice para abrir más puertas a la privatización de lo público, a mantener conciertos y subvenciones al servicio de fines privados, al refuerzo del modelo segregador ya existente (PDF). Los primeros pasos del PSOE van este sentido, al acordar el 13 de febrero, con el PP y C’s, garantizar la escolarización en el tramo 0-3 años y bachillerato por todos los centros, no solo los públicos. Lo cual implicará extender los conciertos a los tramos del sistema que hasta ahora permanecían al margen de la financiación pública de opciones privadas.

Por eso el pacto se puede convertir en una ratonera para las fuerzas progresistas de no conseguirse la derogación de la ley Wert y la reversión de los recortes, con gran riesgo de salir divididas y enfrentadas del proceso. O peor aún, divididos para nada si se adelantan las elecciones.

Realmente solo será posible un pacto educativo para el bien común si se cumplen dos requisitos:
1. Si los sectores neoconservadores y neoliberales se avienen a acordar unos mínimos, líneas rojas básicas consensuadas ya hace tiempo entre los profesionales y expertos del mundo educativo (una escuela pública gratuita, laica, democrática, participativa, que trate de asegurar el derecho a aprender con éxito de todos y compensadora de las desigualdades sociales).
2. Si hay una actitud decidida y firme de la izquierda. El ejemplo del Gobierno de Portugal es un claro ejemplo de cómo se puede apostar por la mejora del país fortaleciendo la red educativa pública, sin prácticamente conciertos, habiendo reducido el abandono escolar precoz desde el 41% en 2002 hasta el 13% en 2016.
El pacto solo será posible si se piensa en el bien común, no en el mercado. El pacto irrenunciable debe ser el que recupere el discurso de lo público y lo social, de la importancia estratégica de la educación para el futuro del país.


La educación como negocio: La educación privada concertada

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El beneficio de la enseñanza privada y concertada en España ronda los 500 millones de euros anuales. El 28% de la educación española es privada o concertada, y el 60% corresponde a centros regidos por la iglesia católica.



2012. Bendición y colocación de la primera piedra del nuevo colegio de la Trinidad en Córdoba por el obispo Demetrio González

Edmundo Fayanas Escuer, nuevatribuna.es, 5 de marzo de 2018

Durante la Dictadura de Franco, el sistema educativo tenía dos redes, la pública y la privada. La figura de la educación privada concertada surge como creación del Partido Socialista de Felipe González. Esta figura de centros concertados privados se diseñó como una medida temporal, hasta que la enseñanza pública realizara las inversiones necesarias para poder atender el alargamiento de dos años de la enseñanza obligatoria, al pasar de los catorce a los dieciséis años.

La realidad es que el Estado, ya sea con el PSOE, como con el PP, nunca han realizado las inversiones necesarias y una medida diseñada inicialmente como provisional, como era la educación privada concertada, se ha quedado como medida definitiva y como ariete del ataque a la enseñanza pública.
¿Cuál es la realidad actual de la educación española?
-La educación pública representa el 68% del sistema educativo.
-La educación concertada privada el 28%, del cual el 60% corresponde a centros regidos por la iglesia católica.
-La educación privada representa el 4%.
Sin embargo, asistimos a una pequeña diferencia en el campo de la Secundaria, puesto que la enseñanza pública representa el 69% y en primaria el 68%.
¿Cuál es la realidad de la educación europea?
-La escuela pública representa el 81% del total del sistema educativo.
-La escuela privada concertada el 13%.
-La escuela privada el 6% del total.
Finlandia que es un modelo de éxito según constata el informe Pisa tiene el 95% de su sistema educativo totalmente público y la enseñanza privada representa el 5%. Un caso muy significativo ha sido Suecia, que hace unos años era también un modelo de éxito educativo. Sin embargo, con la llegada de los partidos conservadores, se empezó a privatizar el sistema educativo y el resultado que actualmente obtiene Suecia muestra un claro retroceso sobre el modelo público anterior, como constata el informe PISA.

La izquierda, siempre ha tenido claro la defensa de la enseñanza pública, salvo las continuas contradicciones del PSOE. Sin embargo, esa derecha española que declara a los cuatro vientos su liberalismo como concepción ideológica, el modelo de enseñanza privada concertada significa una contradicción total, respecto a la concepción liberal. 

¿Por qué?



El liberalismo puede defender dos modelos, el público y el privado, pero nunca un Estado liberal puede aceptar un engendro absurdo como es la concertada, a mitad camino entre lo público y lo privado, aceptando subvenciones del Estado en contra de sus propios principios ideológicos.

Actualmente, la enseñanza concertada es una especie de segunda red pública/privada a costa de los impuestos de los contribuyentes. Sin embargo, no todos los españoles pueden elegirlos libremente, fundamentalmente por dos motivos:

1.-  Se debe superar una prueba de admisión, en el que el punto decisivo se otorga conforme a los criterios particulares de los centros concertados. En caso de ser admitidos, ni siquiera pueden exigir todo a lo que tienen derecho en lo público. Los centros concertados se niegan de forma sistemática en las comisiones de escolarización a acoger el mismo porcentaje de alumnos inmigrantes que si se hacen cargo los centros públicos.

A la mayoría de la escuela privada concertada se le acusa de seleccionar a su alumnado, algo que en el sistema público no se puede hacer y por ley tampoco lo debería hacer la concertada. Aquellos alumnos con más necesidades educativas, como pueden ser los inmigrantes o aquellos que tienen necesidades de atención diversa nunca serán admitidos.

¿Por qué no actúa la inspección educativa? ¿Por qué el PP/PSOE callan y lo admiten cuando conocen que esto se práctica?

Por si esto no fuera ya escandaloso, los colegios regentados por el OPUS DEI, no solamente no admiten inmigrantes (salvo que sean ricos). Además, segregan por género (colegios de niños y colegios de niñas), algo que la Constitución no admite y sin embargo se les sigue concertando por el apoyo del PP / PSOE les prestan.

2.-  Cuando un alumno presenta necesidades educativas especiales (NEE), los centros concertados invitan a firmar a los padres un documento de descargo en el cual éstos se muestran de acuerdo en que su hijo permanezca en el centro, pero no recibirá esa atención especializada que precisa.

Cuántos colegios privados hay en los pueblos pequeños? ¿Cuántos alumnos hay en los centros concertados con necesidades educativas especiales y que sean atendidos? ¿Cuántos colegios concertados enseñan a los inmigrantes castellano?

Cuando se dice que la enseñanza pública es más cara, nos están mintiendo porque la enseñanza pública nunca ha competido en las mismas condiciones que la concertada.

Hay un dato que es revelador en cuanto a la concepción que se tiene de la enseñanza en el mundo de lo privado, y es que el beneficio de la enseñanza privada y concertada en España ronda los 500 millones de euros anuales.

Está muy claro que la enseñanza concertada privada resulta muy cómoda para el poder (PP/PSOE), pero no lo es tanto cuando no cumple con las exigencias demandadas por los individuos, padres y ciudadanos. Es el liberalismo mal entendido que practican las elites españolas, que se declaran liberales en lo que les interesa y después demandan al Estado su ayuda para el propio beneficio individual.

Si miramos el informe PISA, veremos que los países donde la escuela privada concertada tiene fuerza caso de Bélgica, Inglaterra, España o Malta sus resultados están por debajo de la media. Sin embargo, países donde el sistema educativo es mayoritariamente público como Finlandia y Alemania sus resultados son muy buenos.

Si todavía tienen alguna duda de que el sistema concertado aporta muy poco al sistema educativo español, veamos los resultados de la selectividad de Madrid, que sí es una prueba objetiva:

La nota de selectividad es el resultado de la media de dos notas:
-La nota obtenida en la prueba objetiva de selectividad.
-La nota media obtenido en el instituto/colegio.

Llama muchísimo la atención estos resultados:
Mientras que la nota de alumnado de los institutos presenta una variación de un punto entre la nota de la prueba objetiva y la nota media del instituto. (Ejemplo, si un alumno tiene una media de 7 de las calificaciones del instituto, la nota de selectividad oscilará entre seis y siete)...
¿qué pasa en los colegios privados concertados? Si la media del alumno del colegio concertado privado tiene una media de siete, su resultado en la prueba de selectividad oscila en 3,5 puntos, variación muy elevada y poco comprensible ¿Cómo es posible esto? ¿Por qué se ajustan bastante los resultados en los institutos entre la media del curso y la prueba objetiva de la selectividad y no en los colegios concertados? Ustedes señores lectores que son muy listos, a que saben cuál es la respuesta.

La educación nunca debe ser un negocio, ni un lugar donde imponer determinadas ideologías y doctrinas excluyentes. Por eso, se debería ir a un modelo educativo exclusivamente dual, una privada sin subvenciones, que se la pague cada uno y un potente sistema público. Se debería ir poco a poco sustituyendo la educación privada concertada, que es un modelo anómalo dentro del liberalismo y es de sentido común como diría el ínclito Mariano Rajoy su sustitución.






Resumen/Acuerdos de la ASAMBLEA por la recuperación de las 18-23 horas #ASTURIAS

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Docentes asturianos por la recuperación de las 18-23 horas


Imagen: Docentes asturianos por la recuperación de las 18-23 horas

Fuente: Docentes asturianos por la recuperación de las 18-23 horas, Facebook

La asamblea abierta se celebró en Oviedo, IES Doctor Fleming, el pasado lunes 5

La asamblea dio comienzo a las 18:00h. Acudieron, aproximadamente, un centenar de docentes de 27 centros educativos asturianos y se estructuró en dos partes:

1.- En la primera, que duró aproximadamente una hora, se hizo una ronda de presentaciones en la que las personas que intervinieron explicaron la situación en sus centros y qué tipo de actividades habían ido desarrollando hasta el momento.

2.-  En la segunda se debatió sobre propuestas concretas para seguir trabajando.

Propuestas


Algunas de las acciones propuestas que fueron objeto de debate y, sobre las cuales, existió bastante consenso:

- Declaración por parte de los claustros de apoyo a la vuelta a las 18/23. Para conseguir esto se comentó la posibilidad de hacerlo mediante distintas vías. En los centros en los que el equipo directivo no ponga impedimentos, se puede utilizar el documento subido a la página de Facebook, (en asturiano), para votarlo en un claustro ordinario y pedir su remisión a la Consejería. En aquellos centros en los que no se esté por la labor o se pongan pegas, después de un claustro se puede solicitar a los compañeros que se queden unos minutos para apoyar el escrito con su firma y remitirlo vía registro a la Consejería. En todo caso, es de vital importancia que en Oviedo comiencen a recibir el manifiesto de apoyo a la antigua jornada lectiva por parte de la mayoría de centros asturianos.

- Otra acción que se comentó fue la de que cuando firmemos el horario personal hagamos constar de nuestro puño y letra nuestro desacuerdo con la actual jornada lectiva. Se valoró la posibilidad de “incomodar” con acciones concretas de “insumisión” ante la corrección de determinadas pruebas externas, de asumir guardias de más de un grupo y otro tipo de actos que supongan un problema para la administración pero, por otra parte, también se evidenció nuestro desconocimiento sobre la legalidad de esas actuaciones.

- Seguir saliendo los 18 de cada mes a concentrarse delante de los centros. Se comentó que quizá fuera una acción que ya está perdiendo fuerza puesto que la prensa ya le da ninguna difusión. A este respecto, también se comentó que hemos de ser cuidadosos con nuestra comunicación con la prensa puesto que, en ocasiones, salen noticias con información tergiversada.

- Es necesario realizar una labor de concienciación con nuestros compañeros y compañeras para romper con la resignación. Para conseguir más fuerza reivindicativa, debemos ser más en cada una de las actividades que se convoquen. También hay que mantener la coordinación con los diferentes sindicatos. A través de ellos, sería muy útil saber cómo se llevaron a cabo las movilizaciones y negociaciones en las distintas comunidades autónomas que han logrado retomar la jornada lectiva anterior a la crisis.

- También se considera positivo (aunque este punto de vista no fue unánime) informar a las familias de qué significa la vuelta a las 18/23. Para ello, se barajaron distintas posibilidades. La principal, consiste en informar a las AMPAS. También se puede hacer a través de las tutorías o de los consejos escolares, tanto de centro, como municipal o autonómico. En el caso de las AMPAS de centro, se podría hacer un listado de todo lo que “se ha perdido” desde el aumento de las horas lectivas yendo a lo concreto: profesores amortizados, proyectos que se han dejado de desarrollar, desdobles, agrupamientos flexibles, apoyos, etc. El objetivo es plantear las consecuencias de los recortes educativos más allá de lo que es, para nuestro colectivo, una reivindicación laboral.

- Se comentó, además, la necesidad de mantener la “movilización de calle”. En ese sentido se planteó la posibilidad de hacer otra gran movilización el día 18 de abril, que podría consistir en un paro de las dos últimas horas en las que arrancarían distintas marchas desde los centros hasta un punto de encuentro en Oviedo que podría ser la Junta General. El formato de protesta oscila entre la concentración o la manifestación en función de las posibilidades que veamos.

- Hasta el día 18 es imprescindible seguir trabajando y movilizando a los compañeros para crear ambiente reivindicativo. Para ello, se propuso hacer un encierro en un centro educativo de Oviedo durante la tarde y la noche de un día antes de las vacaciones de Semana Santa. El centro podría ser el IES Doctor Fleming puesto que la directora, presente en la asamblea, nos brinda la oportunidad de realizarlo allí. También se valoró la posibilidad de utilizar el encierro para realizar un video “viral” de breve duración en el que distintos profesores y profesoras comenten de primera mano cuáles han sido las consecuencias para ellos de la ampliación de la jornada lectiva. La representante de la CSI comentó que ya existe un video de características similares creado por ellos el curso pasado pero que se pueden hacer más.

- Para desarrollar todas estas propuestas se valoró que es muy conveniente contar con el apoyo sindical por lo que se emplazó a los representantes sindicales presentes en la asamblea a debatirlas en la próxima Junta de Personal. Se comprometieron a ello.

Básicamente, este es el resumen de las dos horas de asamblea. Como veis fue bastante productiva y deja muchas vías abiertas para empezar a trabajar. Ahora cada uno debe intentar desarrollar estas propuestas en sus centros y tratar de trabajar para que tanto el encierro previo a Semana Santa como la concentración/manifestación del 18 de abril sean un éxito de convocatoria y asistencia.




Guadalupe Jover: Carta abierta a los miembros de la Subcomisión del Pacto Educativo

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Texto preparado para la Jornada Parlamentaria de Partidos Políticos y Comunidad Educativa celebrada en Madrid el pasado 15 de marzo. El encuentro pretendía un diálogo entre los colectivos y organizaciones que hemos participado en la elaboración del Documento de Bases para una Nueva Ley de Educación y los representantes de los partidos políticos en la Subcomisión por el Pacto Educativo.


El Diario de la Educación, 19 de marzo de 2018

Si tuviera que poner un título a la brevísima intervención de esta tarde, creo que se lo habría robado a Antonio Tabucchi: Se está haciendo cada vez más tarde. Y no podemos esperar ya más, hubiera añadido. Vivo día a día el doloroso transitar de chicas y chicos por nuestro sistema educativo -y hablo de dolor en muchos casos, no solo de hartazgo- mientras la agenda política sigue encallada en el minuto 0 sin que el tren parezca arrancar. Pero el tren está en marcha.

Para que hubiéramos podido tener la sensación de que éramos nosotros -la comunidad educativa y la sociedad civil- quienes estábamos contribuyendo a marcar el rumbo de lo que haya de ser la educación en España, hubieran debido darse tres circunstancias que, lejos de vislumbrarse, se nos antojan cada vez más lejos.

En primer lugar, la reversión de los recortes. Parece ya un lugar común, un enredarnos en cifras y porcentajes. Pero no lo es. Llevo más de treinta años a pie de aula y nunca he tenido la sensación de impotencia y de traición -de traición de la Administración educativa hacia mi alumnado- como ahora. Grupos masificados, profesorado desbordado, equipos de Orientación desmantelados -una orientadora para 1.000 estudiantes en mi centro-. ¿Cuántas problemas personales y académicos, familiares o escolares hubieran podido paliarse con una atención temprana? La educación es un proceso que requiere sosiego y diálogo. Y tanto uno como otro nos son estructuralmente negados. Es paradójico escuchar ahora tanto hablar de innovación, cuando se cuentan por decenas los proyectos que he visto crecer de primera mano, muy lentamente, y que desaparecieron de la noche a la mañana sofocados por la asfixia de los infinitos estudiantes a que atender, los demasiados currículos y la sombra de esos termómetros tóxicos en que han acabado por convertirse las evaluaciones externas. Despojado el profesorado de su condición de intelectual -apelo a Chomsky y a Said-, reducido a triste caricatura del Charlot de Tiempos modernos, otros han venido a ocupar el espacio que antes constituían los claustros.

No, no estoy idealizando un pasado que nunca existió. Sé bien dónde estábamos y la honda transformación de que anda necesitado nuestro sistema educativo. Soy enormemente autocrítica con nosotros, los docentes. Pero el espacio simbólico que hemos desalojado otros han venido a ocuparlo. El espacio abandonado por los poderes públicos otros lo han allanado. Y no hay ya esfera educativa -la formación inicial y la permanente del profesorado, los materiales currículares, los proyectos de innovación, los foros mismos de deliberación y debate- que no esté ya privatizada.
En esta sede de la soberanía popular lo podemos decir más alto pero no más claro: no será posible un Pacto Social y Político por la Educación que no se construya desde una financiación suficiente -hablamos de un 5% del PIB como punto de partida, aunque reclamamos un 7%- que asegure dos cosas: que no se deja a los más vulnerables en la cuneta y que no se renuncia a la educación como un derecho universal que debe ser provisto por los poderes públicos.

En segundo lugar, la derogación de la LOMCE. Que nuestro país necesita una reforma educativa nadie lo pone en duda. Que el Ministro Wert entró como elefante en cacharrería, tampoco. Nunca, jamás, una ley educativa ha suscitado un rechazo tan unánime en la comunidad educativa. Era el clamor tan grande que la práctica totalidad de los partidos políticos se comprometió a derogarla apenas cambiara el juego de mayorías parlamentarias. Pero la LOMCE sigue aquí, esta suerte de Frankenstein construida con despojos de lo viejo y relumbrones modernos y cuya brújula orienta al norte que explicitaba su Preámbulo: poner a nuestros estudiantes a competir en la arena internacional. Todas las críticas que recibió en su momento -su desatención al bienestar personal y colectivo del alumnado, a la cohesión social, a la equidad, a la coeducación, a la sostenibilidad medioambiental y un largo etcétera- se tradujeron luego en un espolvoreado de palabras hueras -hueras en ese contexto- que no dejaron rastro alguno en el desarrollo de la ley. Lo que la está marcando a sangre y fuego es la perversión de unas evaluaciones externas que lejos de convertirse en palanca de mejora y equidad se han convertido en espuela de competitividad y segregación. Duele especialmente ver a la escuela pública entrar en ese duelo de “mi escuela” frente a las otras peleando “por la mejor clientela”. ¿A dónde estamos conduciendo -por activa o por pasiva- la educación en España? Un “nuevo sentido común” se está instalando: la creencia de que el verbo educar es un verbo defectivo que solo se conjuga en singular: “mi centro”, “mis hijos”, “mis proyectos”. Necesitamos -a algunos nos urge- derogar la LOMCE y reconstruir el verbo educar, reconstruir y poner en el centro la escuela pública entendida, de verdad, como la escuela de todos y para todos.

Y en tercer lugar, la apertura de un proceso de diálogo con la Comunidad Educativa. El Ministro Wert puso un buzón. La Subcomisión ha dado un paso adelante y ha estipulado una serie de comparecencias, pero ello no se ha traducido luego en un diálogo abierto, en una conversación política y social. Y al que haya de ser el punto de llegada habremos de llegar juntos, tras un proceso colectivo de deliberación y debate, en el que tenga prevalencia cuanto afecta al bien común. ¿Qué nos une a cuantos firmamos este Documento de Bases por una Nueva Ley de Educación?

a) La defensa de la escuela pública. Una escuela laica, democrática, científica, coeducativa, ecológica; respetuosa con la diversidad pero intolerante con la desigualdad.

b) Una escuela que pone en el centro a niñas y niños -su bienestar, su desarrollo emocional e intelectual-, y el bien común en el horizonte.

c) La exigencia de políticas de inclusión y equidad, lo que reclama un sistema educativo flexible -otros espacios, otros tiempos, otra organización escolar, otro currículo- con capacidad para atender las necesidades y asegurar los derechos de todo el alumnado.

d) Una revisión en profundidad de los currículos. Mientras lo vamos dejando otros están procediendo a su voladura descontrolada. La propia LOMCE, con su adiós a la Filosofía, a la Música, a las Artes, abría la puerta.

e) La necesidad de repensar la formación, selección y perfil del profesorado-que debe ir mucho más allá de lo estrictamente disciplinar-, y sus condiciones laborales, correlato inequívoco de las condiciones para el aprendizaje por parte del alumnado.

f) La necesidad, también, de recuperar la confianza en la evaluación, hoy más lejos que nunca de ser herramienta para la mejora, y reducida a simple cedazo de selección de las especies (y los centros) escolares.

g) Y la defensa del carácter genuinamente democrático que debiera tener nuestra próxima ley educativa. Democrática porque en su elaboración haya sido discutida y decidida por la ciudadanía. Democrática porque la titularidad de los centros y su gestión sea pública, y su dirección fruto de una elección democrática por parte de la comunidad educativa. Y democrática, en fin, porque haga realidad que nadie es más que nadie en virtud del contexto socioeconómico en que haya nacido. Pues este es hoy por hoy, no lo olvidemos, el factor determinante en eso que hemos dado en llamar el “éxito” o el “fracaso” escolar.

Guadalupe Jover es profesora de Educación Secundaria y miembro de Yo estudié en la Pública.

Ardor guerrero en las aulas

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Reclutas españoles en el "desastre de Annual". Fotografía subida a Flickr por Jesúa Abizanda. / El Salto


Fernando Hernández Sánchez, El Salto, 22 de marzo de 2018

Hace seis años, José Ignacio Wert, ministro de Educación de imperecedera memoria, realizó unas declaraciones al vetusto diario de los Luca de Tena (ABC) en las que sentenció: “Educación para la Ciudadanía (EpC) se convirtió en una asignatura con carga de adoctrinamiento”. Reciclando todo tipo de intoxicaciones emanadas del lobby integrista, Wert descalificó el currículum de la materia por considerarlo trufado de ideología anticapitalista, anticristiana y antiespañola —la trilogía invertida de las esencias patrias—. Como no se cansarían de repetir las voces alojadas en lo más profundo de la caverna, EpC promovía un nuevo modelo de moral subversiva, relajada, promiscua y disolvente acorde al proyecto desnacionalizador de la izquierda.

Cuando declinaba la primavera de 2015, Wert nos dejó para instalarse en los Campos Elíseos, y no al estilo de los héroes griegos, que recibían tal recompensa por razones virtuosas y sin gravar el erario público. Wert se fue, pero su espíritu dejó impregnaciones. Su sucesor, Íñigo Méndez de Vigo y Montojo, y la ministra de Defensa, María Dolores Cospedal García, tomaron el testigo en la misión de “españolizar” a la infancia y la juventud.
Catecismo en horario escolar, evaluable y computable en el expediente, o “cultura de defensa y los valores asociados a ella”
En diciembre de aquel mismo año, los dos departamentos firmaron un Acuerdo Marco Interadministrativo con la finalidad de “promover el conocimiento y sensibilización de los jóvenes escolares sobre los temas relacionados con la paz, la seguridad y la defensa” mediante el desarrollo de contenidos curriculares de las asignaturas de Valores Sociales y Cívicos (Enseñanza Primaria) y Valores Éticos (Enseñanza Secundaria).

Ambas son la alternativa a Religión, otra materia que el conservadurismo se ha empeñado en reforzar durante estos años con la correspondiente sanción del Tribunal Constitucional. El diseño resultante habría sido muy del gusto de la aristocracia del Antiguo Régimen: “Iglesia, Mar o Casa Real” era el destino para los hijos segundones hasta el siglo XVIII. “Altar o Milicia” parece ser la falsa disyuntiva que se les ofrece a los estudiantes y a sus familias en la segunda década del XXI. Catecismo en horario escolar, evaluable y computable en el expediente, o “cultura de defensa y los valores asociados a ella”.

Como parte del programa destinado a proporcionar un cierre ultraconservador a la crisis política abierta en 2011 llega hoy a nuestras manos el Proyecto “Conocimiento de la Seguridad y la Defensa Nacional en los centros educativos” para la etapa de Primaria.

Se trata, según sus autores, de una iniciativa que se basa en un supuesto “consenso social sobre la relación existente entre el futuro comportamiento como ciudadanos de nuestros menores y jóvenes y la educación que estos reciben, además de en el ámbito familiar, en la escuela”.

Dando por sentado que exista semejante acuerdo y en tal sentido, más allá de la episódica generalización de la estética de casa-cuartel aplicada a los bloques de vecindad por mor de la reacción al contencioso catalán, los autores nos ofrecen diez unidades didácticas destinadas a “mejorar el conocimiento de la Seguridad y la Defensa Nacional” y a concienciar al alumnado “sobre los aspectos relacionados con estas”.

Un somero repaso a las 240 páginas del material colgado en la web del MEC da que pensar, a pesar del aval del Centro Nacional de Innovación e Investigación Educativa (CNIIE), que sus autores hace mucho que no pisan un centro educativo y que, casi sin lugar a dudas, hace mucho también que no salen de un cuartel.

Desde el punto de vista pedagógico, es un desastre en cuanto a planteamiento, metodología y diseño de las actividades. Las unidades didácticas cuentan con un planteamiento expositivo absolutamente inadecuado para los estudiantes de los niveles a los que se dirige: ¿alguien piensa que el alumnado de 5º y 6º de Primaria puede digerir, sin la correspondiente adecuación del vocabulario o un extracto de los principales contenidos, cuatro páginas de apretado texto de las Reales Ordenanzas? ¿O una entrevista de la misma extensión al secretario general de la OTAN? ¿Nadie ha caído en las sustanciales diferencias existentes entre un aula de Primaria y un Hogar de Suboficiales?


A modo de compensación y para contrarrestar la densa parte doctrinal, el apartado relativo a las actividades se ajusta al clásico esquema pinta-recorta-colorea. Parece un muy pobre concepto de lo que es contenido educativo. Hacer por hacer, eso sí, con mucha exposición de manualidades, muchos ¡vivas! y unas cuántas apelaciones al alistamiento desde tierna edad.

La transmisión vertical y jerárquica —el tema obligado de contenidos y el activismo sin finalidad clara quedan compensados por los broches musicales que cierran cada unidad didáctica, consistentes en seguir el compás, cuando no entonar a paso rítmico los respectivos himnos de las distintas armas.
Cabría preguntarse si los asesores del Proyecto sobre Cultura de la Defensa no han encontrado otro hito mejor que el de las guerras de Marruecos para anclar los valores de las fuerzas armadas del siglo XXI
Destaca entre todas, a modo de corolario, la propuesta sobre el aprendizaje del pasodoble “Banderita, tú eres roja/ banderita, tú eres gualda”. Qué lejos estaba el maestro Alonso, autor de la zarzuelilla Las corsarias, de sospechar que la historieta de ese fray Canuto cuyos favores sexuales se rifaban las integrantes del cuerpo de baile del Teatro Martín al compás del “foxtrot bailable de las dormilonas: Buenas noches caballeros” y las picantes evoluciones de Celia Gámez y sus coristas iban a pasar, de enervar al público masculino frecuentador del subgénero sicalíptico, a formar parte del currículum de formación en valores en colegios e institutos. Todo un reto para los encargados de ajustar semejantes contenidos a los estándares de aprendizaje…

Ironías aparte, cabría preguntarse si los asesores del Proyecto sobre Cultura de la Defensa no han encontrado otro hito mejor que el de las guerras de Marruecos para anclar los valores de las fuerzas armadas del siglo XXI.

¿Una guerra colonial es el mejor referente posible en el marco de la escuela multicultural, multiétnica y plurinacional actual? ¿Es conmemorable una matanza como la que llevó a los reclutas carentes de recursos para procurarse un sustituto o comprarse un destino confortable —los soldados de cuota— a pagar un terrible tributo de sangre en el Barranco del Lobo o Annual?

Una empresa exterior sin más justificaciones que el afán de sublimar un complejo de inferioridad internacional, la defensa de los intereses mineros vinculados a determinados sectores de la oligarquía restauracionista o las fanfarronadas de un monarca inconsciente de los sufrimientos de su propio pueblo ¿rinde un buen servicio a institución alguna? Una campaña brutal, en la que se aquilató el espíritu inclemente e inhumano de toda una generación de oficiales, los africanistas, cuya vesania se tradujo en execrables crímenes de guerra entonces y en la posterior guerra civil ¿puede erigirse en espejo del talante de las fuerzas armadas en 2018?

La aproximación a las obras de algunos autores a los que se cita, aunque se lean poco, en la Historia de la Literatura de Bachillerato —Imán, de Ramón J. Sender, o La ruta (segunda parte de la trilogía La forja de un rebelde) de Arturo Barea— desarbolaría, de ser así, buena parte de lo aprendido por el alumnado al llegar a etapas superiores.

Tampoco resulta muy edificante la exposición a unos himnos cuajados de ditirambos debidos al numen poético de José María Pemán. Casan mal con el afán de modernidad y, puestos a mayores, con el alineamiento exterior de España y sus ejércitos. Sería curioso conocer la opinión de los mandos de los ejércitos aliados de la OTAN, organización en cuyo origen se encuentra la Carta del Atlántico que sirvió de programa común de acción para la derrota del Eje, al saber que ese Pemán era, según la OSS-CIA en octubre de 1948, un “notorio falangista comprometido con el espionaje pro-nazi durante la segunda guerra mundial”.

Más allá de su recorrido por todas y cada una de las organizaciones reaccionarias extremistas de la época, resulta inaceptable la reintroducción en las aulas de un personaje indigno de figurar en el panteón de la escuela española, si no es a título de enterrador.

Como presidente entre 1936 y 1938 de la Comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado, encargada de la depuración del funcionariado docente, José María Pemán fue el destructor no solo del magisterio republicano, sino también del procedente de la tradición liberal. Por consiguiente, corresponsable del páramo cultural que hundió a España en medio siglo de aislamiento y retraso. No parece el mejor aval para figurar en los manuales escolares.

Nos encontramos, en definitiva, ante un proyecto que nace ya anticuado, dotado de materiales con evocaciones rancias, metodológicamente obsoleto, filosóficamente reaccionario y adoctrinador en los principios hueros de un nacionalismo castizo, limitado y excluyente. Una iniciativa impropia de una sociedad avanzada y plural; inadecuada para con un patriotismo cívico que esté más pendiente de las personas que de los símbolos; y desacorde con la imagen de unas fuerzas armadas modernas, profesionales y comprometidas con la defensa de los valores democráticos.

Fernando Hernández es profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales, Facultad de Formación del Profesorado y Educación, Universidad Autónoma de Madrid.

Bajo palio y desfilando, la educación que nos viene....

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Rechazada Proposición no de Ley sobre la retirada del Proyecto Conocimiento de la Seguridad y la Defensa en los centros educativos. (Vídeo debate / Texto Proyecto)
Imagen, memoriachilena.cl

Hace unos días desayunábamos con la noticia del más que probable aval del Constitucional a la Religión evaluable y a la educación diferencia que se debatirá después de Semana Santa, nos encontramos ahora con que el Ministerio de Educación y el de Defensa han elaborado un proyecto que para sí hubiera querido Wert de cara a "españolizar" al alumnado: Proyecto conocimiento de la seguridad y la defensa en los centros educativos. Materias curriculares. Educación Primaria 

240 páginas, "diez unidades didácticas" de un proyecto basado, según recoge la web del Ministerio, en “un consenso social sobre la relación existente entre el futuro comportamiento como ciudadanos de nuestros menores y jóvenes y la educación que estos reciben, además de en el ámbito familiar, en la escuela” y que "a través del desarrollo de los contenidos curriculares de las asignaturas de "Valores Sociales y Cívicos" y "Valores Éticos" se plantea "con el fin de "mejorar el conocimiento de la Seguridad y la Defensa Nacional y la concienciación del alumnado sobre los aspectos relacionados con estas”.

Pues bien, sobre este proyecto Ezquerra Republicana presentó en el Congreso de los Diputados, Comisión de Educación, una Proposición No de Ley sobre la retirada del Proyecto Conocimiento de la Seguridad y la Defensa en los centros educativos. (Proyecto anticuado que sobrevalora el adoctrinamiento, ...del que nada se habló en la Subcomisión de Educación... que confunde el militarismo, invento de los civiles para aprovechar el ejército para sus fines, con el respeto a la institución armada..., señalaría el diputado Joan Olòrza al defender la PNL)

La PNL resultaría rechazada con los votos en contra de PP y Ciudadanos (17), la abstención del PSOE (9) y los 11 votos a favor de ERC, PDeCAT y Unidos Podemos.

Texto de la proposición presentado

Vídeo del debate




Por orden de intervención, tras la defensa de Joan Olòrza (GER), Marta Rovira (GCs), Joan Mena (GCUP-EC-EM), Ignacio Urquizu (GS) y José Alonso Díaz-Guerra (GP)


*** Texto del Proyecto

El texto en PDF puede descargarse tanto desde la web del Ministerio de Educación como desde el Ministerio de Defensa, donde se presenta como Un objetivo común, compartido tanto por el Ministerio de Defensa como por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, es fomentar en la sociedad española la cultura y la conciencia de la defensa como instrumento necesario para garantizar la paz y el ejercicio de libertades y derechos de los ciudadanos.






Comisión de Educación-Congreso de los Diputados 21/03/2018 (Vídeos debate)

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PNL relativa a la garantía del derecho a la escolarización en la Escuela Pública  /  PNLs relativas a la educación 0-3


El hecho de que una Proposición no de Ley resulte rechazada o aprobada, teniendo en cuenta que el Gobierno ni siquiera considera las Proposiciones de Ley, no parece que vaya a tener trascendencia alguna. Sin embargo, no deja de resultar interesante comprobar las posiciones y los argumentos de los distintos Grupos Parlamentarios y no deja de ser un aviso de que no nos hemos olvidado, de  que no hemos abandonado "la educación que queremos"...  Pero, sin olvidar, que lo realmente importante sigue siendo nuestra presencia en las calles.

El miércoles pasado, en la Comisión de Educación*** del Congreso de los Diputados entre las presentadas por los Grupos  hemos seleccionado dos relativas a la Educación 0-3 (aprobadas) y otra relativa a la garantía del derecho a la escolarización en la Escuela Pública, también aprobada. 
***En la misma sesión resultó rechazada la PNL propuesta por Ezquerra Republicana sobre la retirada del Proyecto Conocimiento de la Seguridad y la Defensa en los centros educativos

Vídeos debate

Proposición no de Ley relativa a la garantía del derecho a la escolarización en la Escuela Pública. (Texto proposición presentado  -sin enmiendas-)
Presentada, y defendida, por Javier Sánchez Serna (GCUP-EC-EM), resultó aprobada por 18 votos a favor, 14 en contra y 5 abstenciones, tras haber admitido una enmienda del PSOE y rechazado la de Ciudadanos y el Grupo Mixto.
Intervinieron para defender las enmiendas presentadas Sergi Miquel i Valentí (GMx), Marta Martín Llaguno (GCs) y Guillermo Meijón Couselo, (GS). Cerraría las intervenciones Silvia Valmaña (GP).



Proposición no de Ley sobre la regulación y financiación de la Educación Infantil de 0 a 3 años (Texto proposición presentado  -sin enmiendas-)

Presentada y defendida por María Luz Martínez Seijo (GS), y aprobada por 20 votos a favor, 14 en contra y tres abstenciones, habiéndose admitido las enmiendas del ER, PdCat y GCUP-EM-EC.

Intervinieron Sergi Miquel i Valentí (GMx), Marta Martín Llaguno (GCs), Ana Rosa Alonso Clusa (GCUP-EC-EM) y Santiago Pérez (GP)


Proposición no de Ley sobre la universalización y ampliación del acceso de la etapa 0-3 años (primer ciclo de Infantil) (Texto proposición presentado)
Presentada y defendida por Marta Martín Llaguno (GCs) se aprobó "en sus propios términos" por 18 votos a favor y 19 abstenciones.

Intervinieron en primer lugar Ana Rosa Alonso Clusa (GCUP-EC-EM) y Santiago Pérez (GP) para defender sus enmiendas (no aceptadas) y, a continuación,  Guillermo Meijón (GS).





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